Emily's por
Estábamos a dos semanas de que llegaran las vacaciones de verano, catorce días para que las puertas de los colegios e institutos se cerraran y tanto los niños como los jóvenes pudieran disfrutar de sus días libres. Tay y Lauren ya estaban ansiosas para poder ir a la piscina o playa, claro que aún desconocían el viaje que Ali y yo teníamos programado para la familia. En cuanto supieran donde íbamos a ir, sabía que se pondrían contentas, y no había otra cosa más genial que ver radiar la felicidad de sus ojos. Aunque Nate era más pequeño y todavía no se enterara mucho de la situación, tanto mi rubia como yo estábamos de acuerdo en que nuestro príncipe tenía las mismas ganas de tocar el agua al igual que sus hermanas. Últimamente y aprovechando el buen tiempo, Ali o yo nos metíamos en la piscina con él para que se fuera haciendo por completo, fueron tantas las ocasiones que terminó siendo un aliado del agua, tal y como lo eran Tay y Lauren. Por eso no dudaba que la elección de mi mujer en ir al parque acuático de Florida fue muy acertada, y les daríamos la noticia a los niños en cuanto acabaran las clases.
Pero algo de lo que no tenía constancia era que tenía organizada una cita romántica para las dos, ya que hacía mucho que no salíamos de esa manera. Las únicas que lo sabían eran Cece, que me había ayudado a encontrar un atuendo especial para la ocasión y encontrar el lugar adecuado, y mi madre, que se iba a quedar a cargo de los niños, cosa que le encantaba. Tenía el sitio ideal, el hábito perfecto, pero me faltaba el regalo que deseaba comprarla, y para eso pediría ayuda a nuestras amigas, porque sabía que les encantaría asistirme y comprar el obsequio a mi rubia. Ali se merecía el mundo, cada pedacito de él, claro que eso eran palabras mayores porque era imposible coger un planeta y entregárselo, por eso la correspondía de otra manera: con regalos, viajes, muestras de afecto...daba igual lo que fuera siempre que en todo eso no faltara la esencia del amor.
Abrí los ojos encontrándome con la habitación iluminada de los primeros rayos de sol que habían comenzado a salir, y con una gran sonrisa en la cara, me giré para envolver a mi chica con los brazos. Pero el instante en que me di la vuelta, encontré vació el lado que ocupaba mi mujer, sintiendo una extraña sensación en mi interior, ya que de lo normal la rubia no se levantaba pronto. La sábana estaba doblada, ya no había un cuerpo a mi lado, y echaba de menos el cálido tacto de su piel contra la mía, no sabía donde estaba o qué era lo que había echo que se levantara tan temprano, pero lo averiguaría en cuestión de minutos.
- ¿Cielo?- me senté apoyando la espalda contra el cabecero y mirando hacia la puerta del baño por si escucharía su voz al otro lado de la madera.
- Estoy aquí cariño- contestó echando una risa.
Ladeé la cabeza al lugar donde provenía su voz, y ahí sentada en el asiento de la ventana con un libro en mano y una gran sonrisa, estaba la rubia causante de mis taquicardias. Comencé a sentir un cosquilleo en el estómago, ese con el que tan familiarizada estaba, los pelos se empezaron a erizarme, el corazón a bombear fuerte sintiéndolo contra mi pecho, todo ello en respuesta a una simple cosa: su maravillosa sonrisa. Colocando los pies en el suelo y levantándome de un impulso, guié mi cuerpo hacia la ventana, tomando el asiento cerca de ella y observando a esas órbitas que tan loca me tenían.
- Te has levantado pronto- dije en un susurro aún exaltada ante su hermosura.
- He abierto los ojos y como no tenía más ganas de dormir, me he levantado para leer- sonrió.
- La lectura siempre suele ser la aliada ideal en estos casos- seguí su gesto.
- Y más cuando tienes a una hermosa mujer y puedes desviar la mirada de vez en cuando para admirarla- añadió apoyando el libro en su regazo y dándome un tierno beso en los labios.
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Mi amor verdadero (Emison)
FanfictionEmily es una joven californiana que se muda a Rosewood tras la muerte de su padre. El pueblo fue lugar donde creció su madre, y será ahí donde encuentre a su amor verdadero. Ser la nueva alumna de un instituto no es algo que agrade mucho, sobre tod...