Mi amor verdadero (Emison)

Tarde con Cece

Alison's pov

Había pasado una semana y media desde aquella reunión o mejor dicho reprimenda que tuvimos con el director del colegio. Hablamos con Aria y Spence de lo ocurrido, y en cuanto supieron del suceso, la abogada dijo que se pondría en seguida a mirar para encontrar algo con lo que pudiera ir y acusarle de su insuficiencia e inexperta manera de actuar como director que era frente a los casos como los que habían pasado nuestras hijas. Desde lo sucedido no había vuelto a pasar nada similar, pero eso no quitaba el echo de que no volviera a pasar, por eso les dijimos a nuestras hijas que si algo del estilo sobrevenía de nuevo, fueran inmediatamente al responsable del patio para contar el problema.

Era sábado y había quedado para pasar la tarde con Cece, ya que hacía mucho tiempo que no teníamos una tarde de hermanas. Em iba a llevar a los niños al parque, por lo que en cuanto terminara de estar con Cece, iría donde estuviera ella. Hoy iba a hacer un buen día porque ya sentía pequeños rayos de sol traspasar la ventana y llegar hasta la cama, alumbrando y calentando ciertos espacios de la cama. Noté el cuerpo de mi mujer pegarse al mío y enseguida una mano comenzó a vagar por mi pierna camino arriba hasta llegar a mi hombro, lugar en el que la apartó y posicionó los labios dándome pequeños besos. Sabía muy bien que esto era el comienzo de mi despertar, y con una sonrisa en la cara, dejé que la morena prosiguiera con su trabajo, tal y como lo hacía cada mañana. 

Su boca vagó desde mi hombro hasta la oreja, donde tras estar varios segundos adornando la parte trasera con diminutos besos, susurró seductiva su famoso buenos días, aquellas dos palabras de las que ya estaba muy acostumbrada y de las que tenía tanto afecto por el simple echo de que cada vez que salían por sus labios, su cálido aliento recorría mi cuerpo dejándome los pelos en punta. 

- Veo que alguien se ha levantado con ganas- sonreí sintiendo una de sus manos posarse sobre mi pecho y masajearlo suavemente.

- ¿Y cuándo no lo he hecho?- respondió levantando mi camisón con la otra mano y depositándola en la lencería que cubría mis partes. 

- ¿Y qué pasa si no me apetece?- dije con la intención de tomarle el pelo. 

- Entonces no lo hacemos- apartó las manos haciendo que echara de menos su tacto. 

- No!- hablé en un tono un poco alto- si que quiero- giré la cabeza haciendo pucheros y encontrándome con esos ojos que tanto adoraba.

- ¿Así que desea hacerlo señorita Fields?- volvió a colocar las manos donde las tenía.

- Creo que sabes la respuesta a eso- eché una risa. 

- ¿Seguro?- acercó los labios a los míos dejándolos a milímetros de unirlos.

- Seguro- dije en un susurro deseando conectarlos. 

- Sé que quieres besarme- dijo con una gran sonrisa.

- Yo también sé que quieres besarme- si ella iba a jugar no iba a ser la única en hacerlo- lo siento en tu respiración- volví a girar la cabeza mirando a la pared con una triunfante sonrisa. 

- Eso no vale- se quejó, no tenía que girarme para ver que estaba haciendo pucheros.

- ¿El qué cielo?- estaba aguantando las ganas de reírme.

- Te has dado la vuelta- murmuró.

- ¿Y no puedo hacerlo?

- No cuando tienes los labios a milímetros de los míos- apoyó la barbilla en mi cuello.

- Vaya no lo sabía, creo que la próxima vez tienes que recordármelo-seguía sonriendo.

- Dalo por echo- mordió con delicadeza mi cuello pasando la lengua después para amenizar el dolor.