Por siempre jamás

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Emily's pov

Cuando las parejas estaban enfadadas o en fase de no hablarse, las horas y los minutos se hacían largos, estabas en una situación donde te preguntabas qué hacer o cómo remediar las cosas. De lo normal y poniendo como ejemplo la ley de Murphy, cuando algo malo ocurría, deseabas que todo pasara en seguida, que se fuera en un abrir y cerrar de ojos, pero la realidad era otra, y te mostraba que a veces las cosas no pasaban como uno esperaba. A lo largo de la vida, cada uno experimentaría ciertas entidades que le harían bien o mal, y aunque no me gustaba nada que Ali y yo estuviéramos dándonos las espaldas, sin darnos nuestros rutinarios besos o abrazos, me di cuenta que prefería que mi mujer estuviera de morros conmigo a que no estuviera con nosotros, ya que casi la perdimos una vez, y me prometí a mí misma que eso no volvería a ocurrir. Aunque mi rubia estuviera enfadad y distante, eso era bueno, porque significaba que estaba viva, con nosotros, a nuestro lado, y ya me encargaría yo de explotar la bomba para que todo eso se arreglara. 

El día pasó más rápido de lo que yo me hubiera imaginado, de ahí estaba el ejemplo de la ley de Murphy, que cuando no deseabas acudir a alguna parte, el tiempo iba en tu contra, y hacía que todo pasara a velocidad para que llegara el momento lo antes posible. La verdad era que mi mujer estuvo más comprensible conmigo, pero fui yo esta vez la que le dio el voto de silencio, estaba que echaba humo de que tuviéramos que compartir una cena con Jordan, y le iba a dejar claro cómo me sentía sin la necesidad de usar vocablos. Estuve en constante lucha entre mi mente y corazón, ya que el órgano que me mantenía viva decía que fuera donde ella, que la hundiera en mis brazos y le llenara de besos, pero en cambio, mi mente sostenía que había que ser más sensato y apartarse un poco para que ella también viera que no era la única enojada. Era muy complicado estar así con mi rubia, aunque debía abrir los ojos y darse cuenta de lo que estaba ocurriendo realmente, claro que iba a ser yo quien diera ese empujón, y por fin librarme de ese tapón de persona que no hizo más que traer problemas. 

Mientras Ali se encargaba de acostar a los dos más pequeños, yo estaba en la habitación de nuestra hija la mayor terminando de contar una historia que ella me pidió que hiciera. 

- ¿Te ha gustado?- me levanté tras besar su cabeza. 

- Si- sonrió mirándome desde la cama.

- Ahora a descansar, mañana será otro día- me dirigí a la puerta.

- ¿Mamá?- cuestionó antes de que pudiera abandonar el cuarto. 

- ¿Si princesa?- me giré volviendo a tener visión suya. 

- ¿Cuándo vais a volver a estar bien?- se sentó con delicadeza sin apartar la mirada de mí. 

- ¿Bien?- fruncí el ceño- ¿a qué te refieres cariño?

- Mami y tu- soltó dejándome paralizada en el mismo hueco.

- Tay- me acerqué a la cama y me senté a su lado cogiendo su mano y envolviéndola entre las mías- ¿por qué dices eso princesa?

- Porque es diferente, mami y tu siempre estáis sonriendo, abrazadas, de la mano, dándoos un beso....y...y ahora es diferente.

Escuché atentamente y con un nudo en el estómago las palabras que decía nuestra pequeña, de cómo su voz sonaba más afligido, y eso me rompió el corazón, porque sabía que ella notaba que algo había.

- ¿Nos escuchaste discutir?- pregunté con delicadeza.

- Yo quería ir a por una vaso de agua, y me levanté y cuando empecé a bajar las escaleras...os vi en la sala pelear...y yo no quiero que lo hagáis- comenzó a llorar. 

Nos había escuchado, había visto la riña que Ali y yo tuvimos, quedé paralizada en cuanto la escuché decir eso, mi corazón se fracturó en el instante en que rompió a llorar, nuestra pequeña estaba rota y triste, y no iba a dejar que siguiera así. Envolví mis brazos en su cuerpo y la hundí en un gran abrazo mientras plantaba tiernos besos en su cabeza.

Mi amor verdadero (Emison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora