Cita en la roca de los besos

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Emily's pov

3 meses más tarde

Hoy era viernes y le había preparado una cita a Ali en la roca de los besos; nuestro lugar. Para muchas personas la zona no era más que un sitio donde poder andar o liarse, pero para mi era mucho más especial. Fue allí donde Ali y yo tuvimos nuestra primera cita, donde oficialmente nos convertimos en novias, espacio donde iba a relajarme, a liberarme del estrés... Todo el bosque que lo rodeaba era grandioso haciendo que la vieja roca fuera el centro de ello.

Llevábamos casi dos años saliendo y no podía estar más feliz, solo había que ver la cara que se me ponía al verla, era como un niño cuando quería una gominola. Ya le tenía preparado algo especial aunque hasta que no estuviéramos allí no lo descubriría.

Me levanté de la cama y empecé a prepararme; una vez vestida y peinada bajé a la cocina donde mi madre estaba tomando su café, me extrañaba ya que a estas horas se iba al trabajo.

- Buenos días mama- saludé dandole un beso en la mejilla- no tendrías que estar en el trabajo?- pregunté cogiendo mi taza.

- Hoy tenía día libre, así que me toca descansar- me sonrió.

- Y para que te has levantado tan pronto? No hubiera sido mejor haberte quedado en la cama?

- Ya es la costumbre cielo- se levantó de la silla y puso su taza en el lavabo- hoy tienes una cita con Ali no?- me sonrió.

- Sii, y le tengo preparado algo especial- dije recordando lo que había organizado.

- Tenéis una conexión especial, sus padres están encantados contigo- cogió mi mano y le dio un mini apretón- y yo lo estoy con Ali, es cautivadora.

- Si que lo es- correspondí ante lo que dijo.

- Ya has pensado a que universidad quieres ir?

- Pues el equipo de natación me da una beca y he pensado en ir a la universidad de Pepperdine- dije sabiendo que se alegraría porque volvería a California.

- Cariño eso es estupendo, verás como vale la pena todo lo que has entrenado- se acercó y me abrazó.

Me hacía ilusión ir allí, al fin y al cabo fue la ciudad donde crecí, quería cursar el postgrado de educación y psicología era algo que me había gustado desde pequeña. Pero cierta parte de mi pensaba en lo peor, y eso tenía que ver con mi chica, ella quería estudiar en la facultad de Nueva York y temía que pasara lo peor. Sabía que las relaciones a distancia no acababan bien aunque yo quería aferrarme a la mínima esperanza que podría sacar de eso, deseaba pensar que todo seguiría bien por mucho que la distancia nos separara. Pero no era tiempo de pensar en ello ahora, me deshice de la preocupación que tenía y le sonreí a mi madre.

- Si, es genial- intenté disimular mi angustia- será mejor que me vaya, ya sabes lo puntual que es Han- dije sarcásticamente.

Me despedí de mi madre y salí en busca de mi rubia tardona, ya me había acostumbrado a no llegar puntual a primera hora, incluso los profesores se habían familiarizado con nuestros minutos de cortesía. Me quedé en las escaleras sabiendo que en un rato saldría por la puerta mi quejica con cara de repugnancia. Tras quince minutos salía de la casa una dormilona Hanna con su bolso y mochila en la espalda.

- Buenos días, preparada para el día de hoy?- saludé con mi mejor sonrisa.

- Mucho, no veas las ganas que tengo en ir a clase, madrugar es mi hobbie favorito- dijo sarcasticamente.

- Así me gusta Han, con optimismo- me reí de ella.

- Cállate- me golpeó con su puño.

- Mira lo que te he traido, esto seguro que te va a alegrar la mañana- saqué una muffin que había cogido de casa.

Mi amor verdadero (Emison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora