Living with

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La Squadra

- Es momento de des...¡Melone deja de robarte mi ropa interior maldita sea!

- Oh Bella~... la necesito para Baby Face, es de importancia.

- ¡No la necesitas!.- Corrió rápidamente a quitarle sus prendas al pelimorado, dándole un par de golpes de por medio-. Si necesitas algo pídemelo, no quiero salir a cada rato solo para comprar interiores.

- Pero bella, es necesario, por el equipo.

- ¡Largo de mi cuarto!

- Ugh ¿Por qué tanto escándalo?.- Formaggio apenas se asomaba en la puerta, sin querer meterse realmente-. No me dejan descansar.

- Dile a Melone que deje de husmear en mi ropa, ya casi no tengo ningún interior por su culpa.

- Eres asqueroso, Melone.- La mala mirada que le dio al pelimorado hizo que dejara sus planes, cruzándose de brazos frente a los dos.

- Bien, entonces por favor ayúdame a usar Baby Face.

- Ni loca.

- Vamos Bella, por favor~.

-¿Por qué mierda hacen tanto escándalo cuando quiero tomar mi puta siesta?.- La estruendosa voz de Ghiaccio los paralizó a todos, callándose de inmediato pues no querían poner más de malas al chico hielo y que gritara todo el día-. Cállense, y déjenme dormir.

- Bien, todos fuera del cuarto.- La fémina logró que Melone dejara todas sus cosas y los echó del cuarto, por fin podría descansar un poco. 

Decidió tomar una ducha, quitando toda su ropa antes de meterse a la bañera, disfrutando del agua caliente después de una misión bastante pesada. Escuchó unos pasos, y de pronto vio como Iluso salió del espejo, sin percatarse de su presencia.

- Eh... ¿Qué haces en mi baño?

- ¿Tu qué?.- El hombre levantó la mirada, enrojeciendo al instante para soltar un pequeño grito y meterse nuevamente al espejo. La fémina soltó una risa desde su lugar, se tendría que disculpar con Iluso después.

Salió de la bañera después de media hora, yendo a vestirse pues le tocaba hacer la cena a Gelato y a Sorbet, y si nadie los levantaba nunca lo harían. Dejó el cuarto con llave, pues no quería que Melone volviera a robar su ropa, saliendo de ahí para tocar la puerta de la pareja.

- Uhm, chicos es su turno de hacer la cena, yo iré poniendo la mesa así que muevan sus traseros y cocinen.- La mala mirada que la pareja le dio poco le importaron, cerrando la puerta para ir a sentarse al mueble y leer alguna de las revistas que Pesci traía de vez en cuando.

- ¿haz visto a Iluso? Se llevó una de mis navajas la otra vez y no la ha devuelto, que idiota.

- No lo he visto, Prosciutto... creo que está huyendo de mi.- Se encogió de hombros, mirando de reojo al rubio-. Puede que esté en su habitación.

- ¿Qué le hiciste? Ya sabes que no debes asustar a nadie con tu stand, quedamos en eso con el jefe.

- No fue mi culpa, y no fue mi stand...¡Entró al baño por el espejo! No hice nada esta vez.

- Ugh, debe haberse asustado de verte así, que horrible.

- Te crees muy gracioso ¿Eh? No eres nada agradable, idiota.

- Mira cuanto me importa.

- ¿Sabes si Pesci ha traído más revistas? Ya terminé de leer estas...- Levantó la mirada hacia la cocina, Sorbet y Gelato ya tenían la comida casi lista, pronto llegaría Pesci y podrían cenar todos. El único que no había dado señales de vida era el jefe, Risotto.

- Ni idea, deberías pedirle que te traiga en vez de esperar a que lo haga por si mismo.

- Deja de ser odioso, Prosciutto.

- Ah, ahí estás Iluso.- El de moños se quedó parado a mitad de camino, mirando primero al rubio y luego a la fémina.

- Lo siento.- Corrió a su cuarto otra vez después de decirle eso a la fémina, haciéndola soltar una risa.

- Lo dejaste traumatizado, pobre muchacho.

- Cállate imbécil, o te rompo la cara.

- Inténtalo, enana.

- Chicos la comida está lista.- La voz de Sorbet los sacó de su pelea, la fémina comenzó a poner la mesa, y al poco rato ya estaban todos comiendo juntos.

- ¿el jefe no va a venir?.- La fémina apenas había terminado de servirse, viendo el asiento vacío del jefe con una mueca. Se levantó con cuidado, llevando su plato y el del gran hombre entre sus manos, yendo hacia la habitación donde trabajaba Risotto-. ¿Jefe?

- Pasa, y te dije que puedes llamarme Risotto.- Apenas levantó la mirada, alzando una ceja al verla con dos platos entre su brazo-. ¿Por qué llevas eso?

- Porque tenía el presentimiento de que no te ibas a mover de la oficina, vengo a darte la cena y... a hacerte algo de compañía.

- Sabes que no es necesario, puedes ir a comer con los demás y no estar incómoda aquí.- La muchacha se hizo paso entre los papeles, dejando el plato sobre el escritorio de Risotto, y su propio plato del otro lado. Se sentó en la silla frente a el, sonriendo levemente mientras comenzaba a comer.

- No creo que debas estar solo todo el tiempo ¿Te molesta que coma contigo?

- No... está bien, si quieres.- Dejó los papeles a un lado, tomando los cubiertos para empezar a comer, mirando de reojo a la fémina-. Gracias.

- Bah~... no debes agradecer nada, Ris.

La comida se fue entre conversaciones donde la fémina era la que más hablaba, y el peliblanco simplemente escuchaba y asentía. A pesar de eso Risotto se sentía a gusto, pues después de mucho tiempo se sintió como una persona normal compartiendo una cena con otra, y sabía que los demás integrantes de La Squadra se sentían igual con su presencia.

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JoJo ThingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora