Risotto Nero

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Good end: La Squadra se une a la Bucchi Gang para derrotar al jefe

-Hey, ya sé que eres demasiado buena persona con todos pero ten más cuidado con esas ratas.- La voz de Abbacchio resonó por la habitación, haciendo que la fémina simplemente suelte un suspiro-. Es en serio.

- Abba, ya hablamos de esto...

-¡Pero tiene razón! Aún no confío en ellos, deberías mantener tu distancia.

- Mista, en serio, está bien... Bucchiarati confió en ellos ¿no? Giorno igual, si ellos dos están bien con eso yo también lo estoy.

- Pues, parece que te llevas bastante bien con el Capo del equipo de asesinos.- El tono que usó Fugo dejó a todos helados, no lo habían notado hasta ahora y en serio fue una sorpresa que el primero en decirlo fuera el-. ¿Qué? Es... algo obvio.

- No pasa nada entre Risotto y yo, solo... ahora somos compañeros.

- Oh, así que lo llamas así nomas...

-¿Q-Qué? 

- Todos los de La Squadra lo llaman Capo, que sorpresa que tu lo llames por su nombre, ni siquiera por su apellido.

-Fugo, yo-

- Oh, así tendría sentido que llegue más tarde a la habitación.

-¡Narancia! Dijiste que no ibas a decirle a nadie.

- Ah ¡Perdón! Pero nunca me dijiste porqué llegabas tarde.

- Entonces...¿Hay algo entre tu y Risotto Nero?.- La mirada acusadora de Abbacchio le heló hasta los huesos, a pesar de su caracter de siempre era bastante más amigable con ella, pero el tono que utilizó esta vez era el mismo que aquel que utilizaba con Giorno.

- Solo... creo que nos llevamos bien, nada más.

- Yo probaré eso...-La voz de Bruno sonó tras ella, haciéndola temblar de pies a cabeza-. Para saber si eres una mentirosa o no.

- Oh no.

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- ¿Puedes creerlo? ¡Me lamió! Hace mucho que no hacía eso conmigo, fue muy extraño.- Miró de reojo al alto hombre frente a ella, quien después de unos segundos soltó una risa ahogada entre sus manos. La fémina se sonrojó al escucharlo, pues fue bastante encantador.

- Perdón por reírme, pero...¿en serio hizo eso?

- No te disculpes, me gusta tu risa, creo que nunca te había escuchado hacerlo.- Tenía una sonrisa tan brillante como el sol, y apenas Risotto se percató de eso desvió la mirada con algo de vergüenza-. Fue lindo.

- Entiendo... entonces ¿Cual fue la respuesta a aquella pregunta?

- Oh... pues... que, uhm, que sí.- La voz le tembló al decir aquello, sintiendo como la vergüenza alcanzaba su rostro, haciendo que se sonroje aún más-. Esto, cielos... perdón si yo lo estoy tomando como otra cosa, en serio lo sie-

- Está bien, cara.- Posó una de sus manos sobre la de la fémina, sonriendo levemente al notar la gran diferencia entre el tamaño de estas-. Fue la respuesta correcta, a menos que... tu no quieras, claro.

-Oh... esto ¿es en serio?.- El más alto asintió con una pequeña sonrisa, sacándole un suspiro sin poder evitarlo-. Genial...

- Me gustas, cara... y lo que haremos es una misión suicida, por eso quiero que lo sepas.- Llevó la mano de la fémina a sus labios, dejando un suave beso sobre el dorso de esta-. No es la manera correcta de decirlo, ni el momento pero... no sabemos que nos depara el futuro.

- Estaremos bien... no debes preocuparte ¿si? Bucchiarati es fuerte, mi equipo está dispuesto a todo, sé que tus chicos son de temer, así que todo saldrá bien ¿de acuerdo? Cuando todo esto pase... ¿Qué te parece si te invito a una cita?.- No dudó en subir la mano a la mejilla del hombre, acariciando esta con cuidado-. Ya te me adelantaste en la confesión, déjame eso a mi.

- Con todo gusto, dolcezza.- Se agachó a su altura, uniendo sus labios en un suave beso, disfrutando del dulce sabor de la mujer con muchísimo cuidado, como si fuera de cristal. La fémina no dudó en envolver su cuello con sus brazos, pegando más sus cuerpos en un intento de sentirlo más cerca, quería disfrutar plenamente de el y lo haría sin dudarlo-. Ya es tarde... mañana saldremos antes de que salga el sol, debemos descansar ¿si?

- Claro... gracias por aclarar esto conmigo, Ris.- Acarició las blancas hebras que salían de su gorro, sonriendo de oreja a oreja-. Entonces nos vemos mañana.

- Descansa, amore.

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- Bien, entonces estamos listos para partir.- La grave voz de Risotto llamó la atención de todos, quienes enseguida tomaron sus posiciones con sus respectivos equipos. El de cabello blanco no dudó en acercarse a la fémina, tomando su mano para dejar un pequeño prendedor con la forma de su stand en esta-. Confío en que lo harás bien, pero si tu equipo tiene problemas podré encontrarte con esto, no lo pierdas.

- Gracias, Ris... también te deseo suerte, estaremos hablando.

- Cuídate.- Antes de que se voltee la fémina plantó un beso en sus labios, haciendo que baje a su altura. Fue algo muy corto, apenas unos segundos, pero fue lo suficiente para darle más tranquilidad a los dos-. Nos vemos después de derrotar al jefe.

- Nos vemos, amore.

- Ajem...- El gruñido que salió de los labios de Abbacchio no se hizo esperar, detrás de el estaban Mista y Narancia con el ceño igual de fruncidos que el mayor, esperando a que la fémina se reuniera con ellos-. Debemos irnos.

- Perdón, ya voy.- Soltó una pequeña risita, dándole una ultima mirada llena de cariño a Risotto, quien solo esperó a que se volteara para desaparecer del lugar con la habilidad de su stand-. ¿Qué?

- Guárdate esas cosas para otro lado, es algo serio.

- Vamos, solo estás celoso, Mista~.

- No nos importa que sea el líder de La Squadra, si te hace algo nosotros lo moleremos a golpes.- Narancia la tomó del brazo, comenzando a caminar junto al grupo-. Tu fuiste nuestra amiga primero, te protegeremos.

- Tan tierno~... tranquilo, no es malo, concentrémonos en la misión ¿si?

- En realidad... a mi me gustaría saber qué pasó.- Todos miraron atentamente a Bruno, quien mantenía su mirada seria hacia al frente-. Aún tenemos una hora de viaje hasta nuestro destino, tenemos tiempo.

- Bruno...

-Lo digo como Capo, me gustaría saber qué pasa en la vida de mis subordinados para saber si pueden pelear al 100%.

- Solo estás siendo chismoso.

- ¿Nos vas a contar o no?

- Ugh, está bien, Fugo... pero al primero que haga cara de asco, lo golpeo.

- Bien.

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Bien ¿quién no soñó con esto? La Bucchi Gang juntándose con La Squadra para derrotar a Diavolo, los dos tenían un mismo objetivo, podían vencerlo si se unían, pero maldito sea el poder del guión.

Si hubieran sido más inteligentes tal vez hubieran podido vencer a Diavolo sin tantas pérdidas:(

-See you next time~.




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