JoJo Things

Leone Abbacchio

- Gracias por ayudarme, Giorno.- La fémina le dio la más dulce sonrisa que tenía al chico, a pesar de la situación bastante densa en la que estaban dentro de la mafia, no podía dejar de verlo como un hermano menor.

- No hay de qué, si necesitas algo más no dudes en llamarme.- El rubio le devolvió aquella sonrisa bajo la atenta mirada violeta de Abbacchio, quien se mantenía en su lugar tomando té, el ceño fruncido a más no poder por ver aquella escena.

Ella fue la primera en darle una mano a Abbacchio cuando se unió a la Gang, lo ayudó varias veces cuando tenía episodios de depresión severos y nunca dudó en ser amable con el, por lo que la relación de esos dos se hacía cada día mucho mejor. Desde la llegada de Giorno algo había cambiado, el tiempo que la fémina pasaba junto a aquel rubio se hizo mayor, sintiéndose dejado de lado cada vez más seguido. Abbacchio solo podía sentir más enojo al verlos ¿Por qué la chica que le gustaba de repente había decidido ser tan buena con ese pequeño idiota? ¿Qué era lo que tenía para hacer que actuara tan lindo con el rubio? Su sangre hervía a más no poder cuando los veía, pero realmente no podía quejarse ¿Era él merecedor de aquellas sonrisas? Claro que no, el no merecía para nada, todas sus acciones en el pasado lo convirtieron en un perdedor, y solo seguía vivo para ayudar a Bucchiarati a cumplir su sueño, entonces ¿Por qué se sentía así? Era muy egoísta de su parte pensar en eso, pero Abbacchio quería que aquellas sonrisas fueran para el.

- Uhm...¿Está todo bien, Leone?.- La voz de la fémina lo sacó de sus pensamientos, estaba demasiado cerca, demasiado.

- Tsk... no es nada ¿Qué quieres?.- Su ceño fruncido no cambió, la miró con aquella expresión de molestia de siempre, intentando alejar su rostro del de la chica-. Vete.

- Haz estado portándote... así conmigo desde hace un tiempo, me preguntaba si había hecho algo para molestarte...

- No es nada, déjame solo.

- No, quiero saber si hice algo que te molestó, estás siendo grosero conmigo y tu no te portas así.

- Te dije que te largues, no quiero verte.

Aquellas palabras salieron con el tono más serio y molesto que había usado en su vida, y segundos después de haberlas dicho se retractó completamente. El resto del equipo se quedó en silencio, mirando aquella escena con asombro pues Abbacchio nunca le había hablado así a la fémina, en realidad era a la única persona que trataba con total amabilidad, hasta casi mejor que a Bucchiarati. 

- Bien.- La chica no dijo nada más, dándose la vuelta para salir de la oficina, tirando la puerta sin darse cuenta realmente. Leone sintió el dolor en su mirada antes de que saliera, en serio la había regado.

- Vaya... la cagaste.

- Cállate Narancia.- El más alto soltó un gruñido bastante amenazador, tomando su rostro entre sus manos con algo de desespero ¿Qué había hecho? ¿Por qué estaba alejando a la persona que más quería en este mundo? Definitivamente era un completo idiota.

- Uhm... sé que no debería meterme, pero realmente te pasaste, Abbacchio.- Bruno lo miró desde su lugar, negando con la cabeza-. Deberías ir a disculparte, aunque primero deja que ella se calme...

- Tsk...

Abbacchio pasó toda la tarde debatiéndose en si hablarle o no, realmente se había pasado con aquella actitud, la fémina no merecía eso, siempre había sido tan buena con el ¿y así era como le respondía? definitivamente era un idiota, pero tal vez era lo mejor ¿Qué cosa buena se llevaría ella si seguía junto a el? Solo decepción, tal vez era mejor alejarla de su vida.