- Si no van a comprar nada, por favor salgan de aquí.
- Vamos señorita ¿Por qué no echamos a todos de la tienda y nos divertimos un rato?
- Llamaré a la policía.
- ¿y crees que ellos harán algo? Esto es territorio de la mafia, aunque lo hagas nadie vendrá~.
- Largo de aquí.- El grupo de hombres intentó jalarla hacia ellos, pero no contaron con que la fémina los golpeara-. Ultima advertencia.
- ¡Maldita puttana!.- Entre los cuatro la sostuvieron, pero sus acciones pararon al ver sus propias manos, parecían las manos de un anciano. No dudaron en soltarla, mirándose entre ellos con miedo-. ¿Qué carajo nos hiciste, bruja?
- Y-Yo no les hice nada...
- Dejen a la señorita, por favor.- La profunda voz del rubio los hizo girar hacia el, tenía el ceño fruncido y su cara de pocos amigos habitual. Los hombres que estaban molestando a la chica salieron corriendo de miedo de ahí, pues los efectos del envejecimiento solo se aceleraban estando cerca de ellos-. Tsk, odio a ese tipo de basuras.
- Y-Yo... uhm, no sé lo que hizo pero... muchas gracias.- El corazón de la fémina latía a mil por hora, tal vez por la situación de la que se salvó, tal vez por la mirada preocupada del rubio, quién sabe-. P-Perdón por el alboroto.
- ¿Te encuentras bien? No te hicieron nada ¿verdad?.- Prosciutto se acercó con cuidado, sin hacer ningún movimiento brusco, mirándola de arriba a abajo-. Le diré al Capo que está a cargo de este lugar que acabe con ellos...
- ¿Usted es de la mafia?
- Uhm, algo así... no es importante, quiero comprar unas cosas ¿aún hay pan?
- ¡C-Claro! Ya lo atiendo, en serio perdón por lo que pasó, y gracias...
Prosciutto solo hizo un ademán para quitarle importancia, pidiendo una estúpida cantidad de panes para el resto del grupo. Tendrían una noche bastante ocupada así que necesitaban comida rápida y que les de energía suficiente.
- Este lugar es nuevo, no te había visto antes por aquí.
- Uhm, sí, es mi primera semana aquí... y pensar que ya me toparía con esa clase de situaciones...
- No te preocupes, no creo que te vuelvan a molestar.- Prosciutto tomó la bolsa con la comida, mirándola de reojo, pasándole el dinero por encima de la mesa.
- Muchas gracias, en serio, yo... uhm, tenga, como un pequeño agradecimiento.- Recibió el dinero con una sonrisa, dejando una funda aparte con galletas entre sus manos, sus mejillas algo rojas por aquello-. Están recién hechas.
-Oh... gracias.- Aunque le pareció algo extraño, no dijo nada, simplemente asintió con la cabeza mientras las guardaba-. Que te vaya bien con el negocio, y si sucede algo... ten, mi número.
- Muchas gracias, uhm... Señor Prosicutto.- Leyó con cuidado su nombre, llevando el pequeño papel hacia su pecho.
- Solo Prosciutto está bien... nos vemos.
El rubio salió de ahí con una pequeña sensación de calidez en el pecho, encaminándose a los cuarteles de La Squadra, apenas llegó dejó todo en la mesa y los demás no dudaron en acercarse y tomar cada uno su parte.
- ¡Formaggio, suelta eso!.- Rápidamente el rubio le quitó la funda de galletas de las manos, soltando un gruñido.
- ¿Son tuyas? Tsk... al menos podrías compartir.
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JoJo Things
Random-Drabbles -Living with -Imaginas - Headcanons JoJo Characters x OC AVISO: este libro contiene spoilers de la parte 1 a la 7, no he leído la parte 8:(