JoJo Things

Melone

Amanecer

El sol apenas iba saliendo, después de una larga misión Melone al fin podía ir a su hogar, no poseía una gran casa, vivía en un pequeño apartamento en un lugar tranquilo de Napoles, el cual compartía con su pareja.

Ya llevaban bastante tiempo viviendo juntos, habían decidido comprar un apartamento alejado de la bulla de la ciudad, pequeño, pues solo eran ellos dos, pero eso si, buscaron un lugar donde se pudiera ver la ciudad y tuviera una buena vista a los amaneceres, pues el trabajo del pelimorado exigía bastante, por ende regresaba a altas horas de la madrugada y lo que más le gustaba era ver el amanecer con su pareja.

Entró a su hogar con una pequeña sonrisa, la cual se hizo más grande al ver a su pareja sentada en la silla frente al balcón, acurrucada contra ella misma y con una sábana encima. Cuando le decía que estaba por terminar una misión siempre hacía lo mismo, lo esperaba frente al balcón a la hora que llegara, no importa cuanto le tomara.

- Oh, bella mia.- Se acercó a la fémina con cuidado, admirando lo hermosa que se veía junto al amanecer, la mirada que tenía derrochaba puro amor, y es que la amaba más que nada en el mundo-. Te ves hermosa, mi principessa.

- ¿Melone?.- El suave bostezo que salió de sus labios lo hizo reír, con cuidado se agachó frente a ella, tomando sus manos mientras depositaba un suave beso sobre estas-. Llegaste algo tarde... o tal vez muy temprano.

- Perdóname, bella mia, me tomó más de lo que esperé... verte así frente al amanecer me recordó el día que nos conocimos, te vez bellísima al igual que esa vez.- La fémina estiró los brazos hacia su pareja, siendo recibida con cariño. Con cuidado Melone la cargó entre sus brazos, depositando suaves besos en su rostro-. ¿No haz dormido?

- Quería estar despierta cuando llegaras para recibirte, creo que fallé.- Soltó un bostezo sobre el cuello del muchacho, y con cuidado quitó la máscara que siempre utilizaba sonriendo levemente-. ¿Me perdonas?

- No deberías ni disculparte por eso, vamos a que duermas.- Se dejó hacer por su pareja, acercándose para unir sus labios con suavidad, alargando el contacto lo suficiente como para que su pareja se quedara con ganas de más-. A menos que no quieras seguir durmiendo, amore.

- Tu estás más cansado que yo, no podrías~.

- ¿Acaso eso es un reto?

- No lo dije como eso, pero...

- Pero nada, ahora vamos entonces~.

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