JoJo Things

Jotaro part4

Juegos

-Jotaro...

- ¿Qué?

- Está bien que descanses un rato, llevas mucho rato frente a la computadora ¿Por qué no vienes con Jolyne y conmigo a jugar?

- Bueno... no es mala idea.- Se levantó de la silla, mirando a su pareja con una pequeña sonrisa. 

La relación con ella había surgido por una misión de la fundación SpeedWagon, su matrimonio no iba bien, y lo mejor para ambos fue separarse, dándole a Jotaro otra oportunidad para ser feliz. Jolyne la conoció desde muy pequeña, y para ella no hubo problema en verla como una mamá más, amaba estar en casa con ella y Jotaro, especialmente jugar con ellos.

- Jolyne~... ¿Adivina quien se unirá a nuestra noche de juegos~?.- La fémina se asomó por la puerta, sonriendo emocionada al ver la cara de felicidad de la pequeña.

- ¡Papá! Vienes en un buen momento, íbamos a jugar a la sirenita con mami, ven.- Jolyne le pasó una cola de sirena, sonriendo de oreja a oreja-. Ahora papá será la sirenita porque el trabaja con peces, y mami será el príncipe~.

- Oh, me está gustando este juego.- La fémina soltó una carcajada al ver la cara de Jotaro, quien rendido optó por simplemente ponerse la cola de sirena, bajo la atenta mirada de Jolyne-. Oh Jotaro, te ves tan lindo~.

- Estoy comenzando a creer que planearon esto.- Chasqueó la lengua, mirando a su pareja con el ceño fruncido-. Bien ¿Qué debo hacer?

- Ya sabes el cuento de la Sirenita~... ¡Yo seré el rey tritón!

Los tres comenzaron a interpretar a su respectivo personaje, Jolyne y la fémina reían cada vez que Jotaro tenía que cantar, pues la cara seria del pelinegro intentando imitar la voz de Ariel fue lo más gracioso que habían visto en sus vidas, Jolyne disfrutaba de esos momentos en familia, sobre todo porque la fémina se había vuelto parte de ella de la mejor forma posible, y el ver la sonrisa que tenía su padre cuando la estaba mirando significaba muchas cosas buenas para ella.

- ¡Ahora el final! Digo... Ajem, Ariel, puedes ir con la persona que amas~.

- Oh padre, gracias por todo.- La cara estoica de Jotaro ponía mejor la situación, sobre todo porque tenía puesta una cola de sirena que obviamente le quedaba pequeña-. Ahora viviré con el amor de mi vida felices para siempre.

- Ariel, te amo~.- La fémina se aguantó una risa, tendiéndole su mano al pelinegro para que la tomara, este sin dudarlo lo hizo, abrazándolo con una sonrisa escondida entre aquella mala mirada.

- Y entonces Ariel y el príncipe vivieron felices por siempre~.- Al finalizar la frase la fémina tomó a Jotaro de las mejillas, besándolo entre risas y jugueteos-. Fin~.

- Deberíamos jugar más seguido ¿No lo crees?

- Yare yare daze...- El más alto la miró con una mueca en el rostro, agachándose para besarla, negando con la cabeza-. No está tan mal ser una sirena.

- A papá le gustan muchos los peces, así que le queda muy bien ser una sirena~.

- Y a el le gusta ser una sirena, juguemos esto más seguido~.

- Ahora todos a dormir, anda a darte un baño Jolyne.

- Uhm~... está bien~, pero espero a mami para bañarme con ella.- La más pequeña salió con su toalla, sacandole una sonrisa a la fémina.

- Le queda bien ese traje de sirena, Doctor Kujo~.

- Deja de burlarte o duermes en el sofá.

- Oh vamos, no me dejarías dormir ahí~... me amas demasiado como para hacer eso~.

- Yare yare... tienes razón.- La miró con una mínima sonrisa, saliendo de la habitación después de haberse quitado la cola de sirena.

-¿E-Eh? ¡Hey! No te vayas, dilo otra vez~.

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