JoJo Things

Tiziano & Squalo

- Buenas tarde, cara~.

-¿Cómo está nuestra preciosa dolcezza~?

- Oh, Tiz, Squalo, bienvenidos.- La fémina los recibió con una sonrisa como siempre, yendo a verlos-. Es bastante temprano ¿se desocuparon rápido del trabajo?

- Somos lo mejores en ello, obviamente si~.

- Vamos Squalo, no exageres.- El de cabellos largos tomó a la fémina del rostro, acercándose para besar su mejilla-. Tan hermosa como siempre, tesoro.

- Si terminar temprano significa poder venir a verte pronto, obviamente lo haremos.- El pelinaranja besó su otra mejilla, rodeando sus hombros con su brazo para pegarla a el-. Cenemos afuera esta noche ¿quieres?

- ¡Me encantaría! Deberé arreglarme bien, no quiero lucir fatal a su lado.

- ¿De qué hablas, cara? Si eres la mujer más hermosa que hay en el mundo.

- Tiziano, siempre eres muy dulce~.

-Y quien se atreva a decir que no, sufrirá las consecuencias.

- Vamos Squalo, no es para tanto~.- La fémina se dejó mimar por los dos hombres, quienes se encargaron de repartir besos por todo su rostro-. Atenderé una hora más ¿pueden esperar? 

- Podría esperar toda una eternidad con tal de ver tu hermosa sonrisa.

-¡Lo que sea por nuestra principessa!

- Los adoro, pueden quedarse en una de las mesas, les serviré un dulce.

La fémina era dueña de una pequeña pastelería del lugar, había conocido al par de asesinos desde que llegó pues vivían por el sector y de un momento a otro comenzaron a frecuentar su local. A veces iban solo a comprar, otras veces se quedaban a comer algo mientras conversaban, pero aquellas visitas se hicieron más y más frecuentes, comenzando a incluirla en ella en las conversaciones.

Cuando menos se lo esperó los dos ya la habían invitado a una cita, y a pesar de la duda inicial por ser dos, la fémina no demoró en simplemente dejarse llevar con aquellos muchachos. Eran la dupla perfecta, siendo Tiziano el más calmado y cabeza fría quien la enamoraba con dulces palabras y suaves roces, mientras que Squalo siempre la sorprendía con sorpresas y acciones más alocadas. Los tres comenzaron a estar en una relación algo inusual, pero mientras funcionara para ellos realmente nada más importaba.

-¿No crees que se ve demasiado hermosa? Maldigo a los que vienen solo para verla cuando no estamos.

- Squalo, ya hablamos de esto...- Tiziano rió mientras tomaba su té, leyendo un libro frente a el-. No podemos matar a nadie que no sea enemigo de Passione, levantaríamos sospechas y no queremos que ella se entere de lo que hacemos.

- Tsk... pero mira a esos imbéciles, queriendo coquetear con nuestra querida principessa ¿Quienes se creen que son?.- El moreno tomó la mano de su novio para calmarlo, dándole una mirada tranquilizadora-. Dime que no te hierve la sangre cuando ves que lo hacen de manera tan descarada.

- Lo sé, y entiendo muy bien como te sientes pero sabes que no le gusta eso, ella sabe resolver sus problemas... Aunque ya sabes que no me puedo contener si son demasiado obvios.- Le guiñó el ojo al pelinaranja, haciéndole una seña para que mire a la mesa de al lado.

-Como te decía nena ¿por qué no vienes a divertirte conmigo más tarde? Soy pésimo en la cama, la tengo pequeña y duro poco, te aburrirás conmigo.- El cliente tapó su boca al escuchar sus palabras, mirándola asustada.