JoJo Things

Illuso

-Tú, hijo de..¡Devuelve eso!.- La fémina intentaba quitarle su libreta a Illuso, algo bastante inútil pues el de largos cabellos era mucho más alto que ella-. ¿¡Quién te dio permiso para verlo?!

- Estaba tirado en el cuarto, no deberías dejar algo que no quieres que lean a la vista.

- ¡Devuélvelo!.- La fémina logró asestar un golpe en su mentón, haciendo retroceder al hombre-. Si no quieres que te patee el trasero, lo dejarás en su puesto.

- Oh~... ¿Con esas estamos? Bien.- Jaló a la fémina al mundo del espejo, dejando aquella libreta en un lugar seguro-. El ganador decide qué hacer con esto.

- Illuso, me importa una mierda, no dejaré que metas tu nariz en eso.- Se acercó al hombre en posición de ataque, soltando un gruñido bastante amenazador-. Lo harás por las buenas o por las malas.

- ¿Acaso temes perder~?

- Ah bueno.

La pelea empezó bastante igualada, la fémina no era tan buena en combates cuerpo a cuerpo, pues su stand era lo suficientemente fuerte para pelear a distancia, por otro lado Illuso era todo lo contrario, fuerte, grande, y con una muy buena habilidad de pelea mano a mano. Por más que la fémina asestaba algunos golpes el muchacho apenas se movía en ocasiones, dejándola frustrada y más enojada.

- Quién diría que tienes manos tan suaves a pesar de ser una asesina~.- Illuso la tomó de las muñecas con una sola mano, poniendo su peso contra ella para tirarla al suelo. La fémina se encontraba boca abajo, el rostro rojo por aquel combate, mientras que el más alto se encontraba sobre ella, pegando su pecho contra su espalda para inmovilizarla-. Vamos cariño ¿Me vas a decir qué hay ahí y por qué no quieres que lo vea?

- Eres un imbécil...- Escupió sus palabras, intentando safarse como podía, pero era casi imposible-. ¿En serio vas a llegar a esto para saber?

- Si lo quieres esconder es por algo, y sabes que no es posible que me escondas algo~.

- Tsk... puede que sean algunos dibujos, mierda Illuso me estás dejando sin aire.

- ¿Dibujos?

- Ugh, está bien, tu ganas, suéltame.- Se levantó enseguida, dejando que la fémina recupere el aire que había perdido. Comenzó a buscar lo que había en la libreta, alzando una ceja al ver diferentes dibujos.

La fémina dibujaba en sus tiempos libres, habían dibujos casuales, paisajes, la pequeña parte de la ciudad que se veía desde las ventanas del cuartel, pero avanzando más las hojas encontró dibujos de personas, uno que otro civil... y sus compañeros de La Squadra, había un par de bocetos de cada uno, todo normal, hasta que llegó las hojas donde estaba dibujado él. 

Había de todo, bocetos, dibujos completos, su silueta, era bastante tierno a decir verdad, si las poses o el cómo estaba dibujado no fueran tan indecentes. Claro que habían dibujos bastante "románticos" y normales pero con cada página que pasaba se encontraba con dibujos de el con menos ropa, o incluso su silueta desnuda.

- Oh~... así que esto es lo que escondías.- La miró de reojo, sonriendo de lado mientras seguía pasando las páginas, alzando una ceja al ver un dibujo no tan decente de los dos-. No sabía que te gustaban estas cosas...

- D-Déjame en paz... no tenías porqué ver eso, ahora regresemos.

- No lo creo, bella... ¿Por qué no te muestro lo que necesitas para terminar esos dibujos?.- Se acercó a ella con una sonrisa, agachándose un poco para apoyarla contra la pared, acercándose a sus labios con cautela-. También... podríamos, ya sabes, hacer realidad aquellos dibujos.

- Illuso, no juegues conmigo por favor...- Aquellas palabras salieron como un suave susurro, prácticamente hablando contra los labios del más alto-. No quiero simplemente... jugar.

-¿y quién te dijo que solo íbamos a jugar?.- Estampó sus labios contra los de la fémina, recorriendo su boca con hambre, mordiendo su labio inferior para que le de paso, disfrutando cada centímetro de su boca como si fuera la última vez que podrían besarse.

El juego pasó de los labios al cuello de la fémina, sacandole leves gemidos junto con maldiciones, definitivamente se divertirían ahí lo más que pudieran.

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Illuso los sacó del mundo del espejo, apareciendo en medio de la sala. Al parecer los demás habían llegado de sus respectivas misiones y estaban sentados en el comedor, abriendo bien los ojos al verlos llegar juntos, con la ropa desarreglada, y sus cuerpos visiblemente marcados.

- ¿Qué miran, idiotas?.- A simple vista se veían las marcas de uñas en la piel del más alto, además de varias mordidas y marcas moradas, al parecer se habían divertido bastante.

- Entonces todos me deben $40, les dije que lo harían en el mundo del espejo.- La risa de Melone hizo que la fémina enrojeciera de la vergüenza, mirando a Illuso con el ceño fruncido.

- Tsk... pensé que serían más elegantes, cualquiera lo haría en su habitación o en un hotel.

- ¡Prosciutto!.- La fémina agarró lo primero que encontró, lanzándole uno de los adornos de la mesa, dejando caer la chaqueta que cubría sus hombros. Había quedado descubierta, mostrando las múltiples marcas de mordidas y chupetes en su cuerpo.

- Se divirtieron bastante por lo que veo~.- La risa de Sorbet hizo que se avergonzara aún más, marchando a su habitación para tirar la puerta con fuerza y encerrarse ahí por el resto de su vida como asesina.

- No metan su nariz donde no les incumbe.

- Entonces...¿Ya admitirán que se aman, psicópatas?

- No les interesa.- A pesar de la mala cara que tenía sonrió hacia la dirección donde se había ido la fémina, caminando hacia su cuarto con pereza-. Ni una palabra hacia ella, no la molesten.

- Qué romántico~... 

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