Leone Abbacchio

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Sentimientos


La tormenta que azotaba la ciudad cada vez estaba peor, pero eso no detuvo a la fémina de ir hacia la casa de Abbacchio, Bucchiarati le dijo que podría estar pasando por un mal momento así que no dudó ni un minuto y se encaminó hacia allá, no sin antes pasar por una tienda comprando lo necesario para hacerle algo de comer.

Tocó la puerta varias veces, esperando afuera intentando no mojarse por la intensa lluvia que había tras ella, mirando por la ventana a ver si es que estaba en casa o no. Después de unos minutos se escucharon los pesados pasos del peliblanco, haciendo que suelte un suspiro aliviada ya que al menos estaba consciente.

- ¿Qué mierda quieres? .- Leone abrió la puerta y ni si quiera se molestó en mirar quien era, apestaba a alcohol y parecía que no podía caminar bien-. ¿Q-Qué haces aquí? Tu no... Está lloviendo demasiado fuerte, agh.

- Vine porque tal vez te... encontrabas algo mal, traje cosas para hacerte algo de comer ¿Puedo pasar?

- Eres... agh, no vas a quedarte ahí bajo la lluvia, se pondrá peor.- Se hizo a un lado para que entrara, ayudándola con las fundas que llevaba en los brazos. Aún seguía algo mareado, pero lo aparentaba bastante bien-. Una vez pase te irás a tu casa, no me importa lo que digas.

- Abba... estuviste bebiendo ¿no?.- El más alto se quedó en su lugar en silencio, la fémina no lo quería incomodar pero a veces bebía hasta perder la consciencia, y solo lo hacía para ahogar sus pecados-. Sé que no soy nadie para decirte qué hacer, pero... eso te hace daño.

- ¿Y qué? ¿Crees que alguien como yo merece que le pasen cosas buenas? ¿Crees que alguien como yo merece algún futuro feliz como en los cuentos de hadas? No, no merezco nada de eso, soy una basura más en el mundo, no vengas a mi casa a tener pena por mi, no lo merezco.

-¡No siento pena por ti!.- Caminó hacia el, quedando cara a cara, los dos mirándose a los ojos con sentimientos encontrados-. Eres alguien fuerte, honesto, te preocupas por tus amigos... Abba, no siento pena por ti, me preocupas mucho, quiero verte bien y sé que eso será un largo camino, pero estoy dispuesta a recorrerlo contigo.

- Esa es una muy mala decisión... no lo merezco, no merezco que te preocupes por mi ¿Por qué lo haces? Solo... quiero estar solo.- La fémina rodeó la cintura de Abbacchio con sus brazos, soltando un largo suspiro contra su pecho-. No deberías estar aquí.

- Aún no entiendo todo lo que siento, pero quiero estar contigo y ayudarte a salir de este hueco, déjame ayudarte... por favor.

- Tsk... quédate hasta que la tormenta pase, iré a arreglar la habitación.- Fue detenido por los brazos de la fémina, que aún se encontraban al rededor de su cuerpo. Por primera vez en mucho tiempo sintió aquel calor en el pecho que hace mucho había olvidado-. Si no me sueltas no podré hacer nada...

- Siéntate en la mesa, iré a hacer algo de té para los dos... luego arreglamos todo.

- Es... está bien.- La miró con una pequeña sonrisa, no, el no merecía que alguien así se preocupara por el, pero tal vez... solo tal vez, podría disfrutarlo un poco. 

La fémina se encargó de poner el agua a calentar, yendo a recoger las botellas de alcohol que se encontraban por todo el lugar para guardarlas en una funda, mirando de reojo al ex policía con una sonrisa triste. No lo dejaría solo, realmente no sabía lo que sentía por el aún, pero estaría a su lado hasta averiguarlo.

Terminó de recoger las botellas, yendo a preparar el té para sentarse frente a Leone, pasandole la taza caliente con una sonrisa en el rostro. El mayor no sabía que decir, aún se sentía algo mal por la excesiva cantidad de alcohol que tenía en la sangre, pero la fémina lo calmaba bastante.

- Gracias...

- Estoy aquí para lo que necesites, Abba.

- No deberías estarlo... no valgo la pena.

- No digas eso... eres alguien increíble, a decir verdad... te admiro bastante desde que te conocí, solo estás algo perdido, pero está bien, eso nos pasa a todos... 

- Eres bastante extraña... pero, creo que está bien, me gusta.- Habló en voz baja, tomando el té lentamente. Los efectos del alcohol se iban poco a poco, manteniendolo tranquilo en su asiento-. Perdón por haberte dicho esas cosas cuando llegaste.

- Está bien, creo que venía preparada para una reacción así.

- Puedes venir cuando quieras, gracias por... preocuparte.

- Lo seguiré haciendo entonces. Iré a hacerte algo de comer, no soy la mejor cocinera pero lo que importa es la intención ¿No~?

Abbacchio asintió con una pequeña sonrisa, muy en el fondo quería creer que lo merecía, que estaba bien volver a sentir cosas por alguien, que ella estaba ahí para el. Esta vez se daría una oportunidad, intentando ser alguien mejor para poder estar junto a ella sin remordimientos, claro que haría lo que fuera para ver aquella sonrisa que solo aparecía frente a él.

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JoJo ThingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora