JoJo Things

Joseph Joestar

-¡Heeeeeey~!

- ¿Si, JoJo?.- La fémina subió su mirada del libro que estaba leyendo, mirándolo con una sonrisa al verlo caminar hacia ella con las manos-. ¿acaso es otro reto de Ceasar?

- Lisa Lisa-sensei nos dijo que teníamos que mantenernos así por al menos 2 horas~... pero Ceasar me está ignorando, es aburrido.

- Ceasar no es aburrido, solo está tonteando contigo~, aunque me alegra que vengas conmigo, te extrañaba.

- J-Ja~... obviamente, soy el sol de tu vida, no sé qué harías sin mi~.- Soltó una risita algo avergonzado, mirándola con una sonrisa-. ¿verdad?

- Claro que lo eres, Joseph.- La fémina soltó una risa, negando con la cabeza-. No sé qué serían de mis días sin ti~.

- Lo sé~... por eso no puedes pasar sin mi presencia por mucho tiempo.

- Como digas~...¡Oh! ¿Qué sucede Suzie Q?.- La fémina se levantó de la silla, su corta falda ondeándose con el viento, dejando ver más de lo que Joseph pensó ver en aquel momento.

-Gracias Dios...- No pudo decir nada más, pues cayó al piso producto de una patada justo en su estómago, haciéndolo soltar un quejido-.¡H-Hey!

- Te moleré a golpes, idiota.

- ¡No estaba haciendo nada!

-¡Te vi!

- Uhm...¿y ahora por qué pelean?.- El castaño y el rubio comenzaron a golpearse tras ellas, a lo que la fémina rió.

- No les prestes atención, Suzie Q...¿Qué tal si vamos a hacer las compras? Dejemos a estos tontos solos~.

-Me parece perfecto~... me estás dejando sola por irte con JoJo últimamente.

- Oh vamos, eso no es cierto.- La fémina rascó su cuello con vergüenza, mirando hacia los chicos que seguían peleando entre ellos-. Es solo... le estoy mostrando el lugar, es nuevo.

- Pero tienes una mirada diferente con el~... hasta actúas más genial cuando el entra a la habitación~.

- M-Mejor vayamos a comprar, Suzie Q~... tendremos más privacidad para hablar allá~.

- Oh si si, Ceasar es muy chismoso así que mejor vayamos~.

Las dos salieron de la mansión de Lisa Lisa mientras charlaban, bajo la atenta mirada de Joseph y Ceasar, quien no dudaron en seguirlas al verlas tan concentradas en su conversación. A Joseph se lo comía la curiosidad, pues por alguna razón sentía que estaba hablando de el, y eso lo ponía más que feliz. 

Desde que llegó a Italia posó sus ojos en ella, no era simplemente bonita, era una belleza, peleaba bien, tenía bastante conocimiento médico, lo entendía a la perfección, se reía de sus chistes y pasaba tiempo con el, enseñándole cualquier cosa que necesitara sin problema.

- JoJo.

-¿Qué?

- Aleja tus sucias manos de ella, pervertido.

-¡Ja! Mira quien lo dice... y ese no es tu asunto.

- Claro que lo es, no dejaré que la perviertas... ya ha pasado por mucho, no necesita de tus juegos.

-¿Ah?

-¿Acaso no sabes por qué está aquí?

- No hemos llegado a conversar de aquello... evade la pregunta casi siempre.

- No la culpo...- Miró hacia la fémina quien reía con las mejillas rojas junto a Suzie Q, años atrás no hubiera creído poder verla así-. Pero ese no es algo de lo que yo deba hablar.