Leone Abbacchio II

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-¿Cómo te hiciste esa cicatriz?.- La pregunta de Narancia dejó en silencio a todos en el lugar, mirando a la fémina pues pocas veces habían tenido la oportunidad de ver siquiera su abdomen.

- Fue... de una de mis primeras misiones aquí, no es nada~.

- Pero es enorme.

- Narancia, deja de preguntar.

-Pero quiero saber.

- Está bien, Abba.- La fémina le sonrió como si nada, mirando otra vez al pelinegro-. Me la hice protegiendo a alguien especial~.

-¡Oh~! Que genial, no deberías ocultarlo ¡Si alguien te molesta por eso se las verá conmigo!

- Gracias, Narancia.- Los dos rieron bajo la atenta mirada de Leone, quien simplemente tomaba su té. Al poco tiempo llegó Bucciarati, guiando al grupo a una misión en conjunto. 

Desde aquel incidente que ocurrió hace poco más de un año los dos se hicieron más cercanos, Abbacchio comenzó a abrirse de a poco con la fémina, y en la actualidad disfrutaban de la compañía del otro, así que cada vez que había una misión grupal no dudaba en ir a sentarse con ella, o simplemente permanecer a su lado en silencio. Por alguna razón su compañía lo tranquilizaba.

-Está bien, Abba... no me da pena, si yo estoy bien con esto tu también lo deberías estar.

- Si tu lo dices... perdón por haber arruinado tu cuerpo.

-Me da igual, aunque ahora que lo mencionas... la herida ya sanó, no tengo porqué seguir ocultándola~.

- No es que me preocupe por eso.- Desvió la mirada, soltando un suspiro-. Sigamos con lo nuestro.

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-¿Abba?.- Aquella noche el resto del equipo había salido en una misión, quedándose sola con el peliblanco pues Bucciarati les dio tiempo libre. El lugar se encontraba en silencio, y la fémina esperaba lo peor para este punto-. Abbacchio ¿estás...?

-No vengas...- Pudo notar enseguida lo rota que se escuchaba la voz del más alto, caminando hacia el para agacharse, quitandole la botella de las manos-. Dame eso.

- Abbacchio, ya fue suficiente...- Habló bastante suave, realmente no se podía enojar con el, pero había pasado toda la semana sin una recaída como esa-. No necesitas seguir bebiendo ¿quieres charlar conmigo?

- No lo merezco... no deberías estar conmigo, vete.

- Quiero estar contigo...¿puedo?.- La fémina extendió sus brazos hacia el, esperando su autorización para abrazarlo. El más alto terminó por asentir, y la chica no dudó en pegarlo a su pecho, acariciando su cabello con cuidado-. Vales más de lo que piensas... eres valiente, fuerte, darías todo por los tuyos...

- El murió por mi culpa... tu también casi mueres ¿acaso... no puedo ser feliz junto a alguien?

- Eso pasó hace mucho... tu compañero tuvo sus motivos para protegerte, y yo estoy aquí, no me he ido a ningún lado...

- Terminaste muy herida, tienes era cicatriz enorme... solo me recuerda que no valgo nada, que soy un inútil...

-¿Así lo ves tu? Bueno...  No lo veo como algo malo, claro que dolió como los mil demonios pero soy fuerte~... además, es un recordatorio de cómo comenzaste a confiar en mi, al final no fue tan malo.

JoJo ThingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora