Bruno Bucciarati II

952 86 37
                                    


Ya dos años habían pasado desde aquel encuentro, Bruno logró construir una relación con aquella muchacha desde 0, y a pesar de no tener el título oficial de novios los dos estaban seguros de aquellos sentimientos. 

-Oh, señorita que gusto encontrarla por aquí~.

-No deberías decirme así, suena a que fuera alguien mayor a ti.- La fémina rió ante el apodo de Mista, caminando tranquilamente por las calles junto al pistolero-. ¿Estás libre?

-Bucciarati me dijo que le de una ojeada al vecindario, estaba muy ocupado para salir.

-Uhm... ¿sería un problema que lo vaya a visitar?

-En realidad, te estaba buscando por eso, ha estado demasiado estresado esta ultima semana, casi no ha salido y lo vemos algo... enojado, te quería pedir de favor que lo vayas a visitar si tienes tiempo.

- Eso explica porqué no ha contestado mis mensajes... está bien, iré a verlo.

-Gracias~... eres nuestra salvación, nuestro jefe está apagado y creo que eres la única que logra encenderlo, si sabes a lo que me refiero.- Mista recibió un codazo, soltando una risa al observar la expresión llena de vergüenza de la fémina-. Bromeo, bromeo.

-Iré a verlo más tarde entonces, tal vez... prepare algo especial.

.

.

.

.

El insistente sonido de la puerta hizo que el Capo se levantara de su mesa, frunciendo el ceño sin pensarlo para ir a abrir la puerta, estaba cansado, había pasado una mala semana y apenas había dormido aquel día, por lo que ni su aspecto ni sus ánimos eran los mejores.

-Les dije que no quería ninguna molestia, no sé que deb... C-Cara, no sabía que eras tu.

-Si estás ocupado podría venir después, disculpa...

-No no, solo... agh, olvida eso, pasa.- La dejó entrar, arreglando su cabello y su traje con cuidado, cerrando la puerta tras ella-. Lo siento mucho por eso, no era mi intención hablarte de esa manera ¿Qué te trae por aquí, cara?

-No respondías mis mensajes, y me contaron que estabas algo... cansado.- Miró el desorden de su escritorio, soltando un suspiro-. Está bien tomarse un descanso de vez en cuando, tu trabajo es importante pero también lo es cuidar de ti mismo.

-No debes preocuparte por mi, estoy acostumbrado a esto.

-Lo haré aunque me digas eso, Bruno ¿ya comiste?

-No había tenido tiempo...

-Te traje algo de comida casera, no soy la mejor cocinera pero... lo intenté.- Sacó de su bolso algunos recipientes, pasándole uno al pelinegro con una sonrisa-. Hace mucho me dijiste que te gustaban las setas Porcini con pasta, así que... hice un poco, no es lo mejor de lo mejor per...

-Delicioso.- Ni siquiera esperó a que terminara de hablar, viéndola con una enorme sonrisa mientras se apresuraba para tomar un tenedor y comer bajo la atenta mirada de la joven mujer-. Es realmente delicioso, cara... gracias por cocinar esto para mi, hace mucho que no tenía una buena comida con buena compañía.

-Entonces tendré que venir más seguido.- Los dos se miraron por unos segundos, soltando una risita al unísono-. Gracias, no pensé que te fuera a gustar tanto.

-Si lo preparaste tu claramente me iba a gustar, eres maravillosa, cara.- No dijo más, concentrándose en comer pues apenas y había desayunado un café ese día, todo porque pasó toda la madrugada y la mañana llenando papeles-. Gracias por la comida.

-¿Si quiera haz dormido?

-Uhm... 30 minutos, creo.

-Entonces te tomarás una pequeña siesta, no te va a matar.- La mirada seria que usó la fémina le sacó una suave risa al mafioso, simplemente asintiendo con la cabeza. No podía negarse a una petición de ella.

- Solo una hora... debo seguir trabajando.

-Puedo ayudarte.

-No tiene nada que ver contigo.

-Pero no puedo seguir viendo cómo te descuidas de esa forma, ven acá ¿si? Puedes dormir en mis piernas, no es lo más cómo pero...

-Con gusto.- A pesar de su seria fachada el pelinegro estaba gritando por dentro ¿acaso era la recompensa de Dios por haber trabajado tan duro? No lo pensó mucho, yendo a sentarse junto a ella para descansar su cabeza sobre sus piernas, segundos después la fémina comenzó a acariciar su cabello, y en serio Bruno Bucciarati no pudo sentirse más feliz en ese momento-. Cara...

-¿Si?

-Definitivamente era un ángel en mi vida.- Cerró los ojos, acurrucándose contra su regazo mientras sonreía, sabía que con ella podía bajar la guardia sin problema, y después de dos años realmente la vergüenza se le había ido-. Gracias por venir a verme...

-No debes agradecerme nada, Bruno... siempre estaré ahí para ti.- Siguió con las caricias en su cabello, notando como la respiración del pelinegro se hacía más lenta, y en cuestión de segundos ya se encontraba dormido-. Porque eres a quien más amo en el mundo, tonto.

.

.

.

.

-¿Y qué haremos con este par?.- Mista se cruzó de brazos, hablando lo más bajo que podía mientras Fugo cubría a los dos con una sábana-. No se pueden quedar aquí durmiendo.

-Luego verán qué hacen, ahora... creo que se los ve demasiado a gusto.

-Ojalá Bucciarati se confiese pronto.- Narancia tomó una foto con su cámara, soltando una risita-. Hasta eso, creo que nosotros seremos sus Cupido.

-Ya ya, no hagan ruido, vayan a otro lado y no los molesten.- A pesar de lo que dijo Abbacchio estaba sonriendo, negando con la cabeza mientras los echaba-. Vamos Bucciarati, sé feliz también.

.

.

.

.

.

.

.

.

Pues perdón por no ser un OS tan romántico, pero es que amo las situaciones super softs con Bruno. AAAAA no puedo creer que ya mismo este libro llega a los 80K, en serio gracias por todo su apoyo, realmente he tenido semanas malas donde no puedo escribir absolutamente nada pero ver sus comentarios y votos realmente me anima a publicar. 

Cuando este libro acabe he decidido tomarme un pequeño descanso, como mencioné siento que no puedo escribir nada últimamente, y no me gustaría dejarlas sin qué leer de golpe, por lo que esperaré hasta tener mínimo unas 100 partes para empezar a publicar el siguiente.

En serio, gracias por todo su apoyo hasta ahora, lxs tkm.

-See you next time~.


JoJo ThingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora