JoJo Things

Jean Pierre Polnareff

Heridas

- Pol, estoy bien.

- Pero casi te rompes la mano por golpear a ese stand usser.

- Sí pero logré noquearlo, no estoy herida.

- ¿No? Vi como te golpeaba contra la pared, vamos mon cheri.- Con cuidado la tomó entre sus brazos, levantándola del suelo para llevarla donde estaba Kakyoin, pues era el mejor curando gente-. Kakyoin ¿Puedes revisarla?

- Ya te dije que estoy bien...

- Es solo para asegurarnos.- Kakyoin tomó la mano de la fémina, revisando con cuidado a ver si no tenía nada roto. Por suerte solo tenía algunos golpes y cortadas, nada fuera de lo común-. Aunque tienes razón, por suerte no te rompiste nada... pero deberías descansar, tienes algunas heridas un poco graves, Polnareff llévala a la habitación para que descanse.

- De por gusto le dijiste eso...- No pudo seguir hablando, pues el francés ya la tenía entre sus brazos, caminando con cuidado a la habitación que decidieron compartir. Después de todo debían dormir en parejas por si acaso algún stand usser atacaba-. Pol, estoy bien, te lo juro.

- Kakyoin dijo que debías descansar, significa que no lo estás.

- ¿Por qué te preocupas tanto por mi?

- Es... es obvio ¿No?.- La dejó en la cama con cuidado, rascando su cuello algo avergonzado. La relación que tenían los dos era un tanto extraña, pues ninguno había dicho algo al respecto, Polnareff siempre coqueteaba con ella, y por su parte ella recibía aquel coqueteo y hasta se lo regresaba. Nunca le dieron nombre a lo que sea que tuvieran, pero tampoco es que han llegado a algo más que tomarse las manos.

- Uhm... no deberías hacerlo, en batalla mira más por ti, soy fuerte.

-¡Lo sé! Eres maravillosa, fuerte, tu stand es increíble, sé que puedes vencer a muchos enemigos pero aún así eres humana, y... no creas que no me di cuenta, recibiste ese golpe por mi.

- Pol, yo... uhm... pues no estabas viendo, debía hacer algo antes de que tu fueras herido.- Desvió la mirada con un sonrojo en las mejillas, soltando un largo suspiro mientras se acomodaba en la cama-. No estoy herida por tu culpa, si eso es lo que tratas de decir.

- Mon cheri, deja de ponerte en riesgo por mi, ya perdí a alguien importante en mi vida, no quiero volver a pasar por eso...- Con cuidado tomó la mano de la fémina, mirándola con algo de tristeza-. No lo soportaría...

- Polnareff, no me iré de tu lado... no digas eso.- La fémina llevó su mano libre hacia la mejilla del francés, acariciando suavemente esta-. Solo fueron heridas menores, yo... bueno, no me iré de tu lado a menos que me lo pidas, sería el único motivo por el que me iría.

- Mon amour... no lo hagas nunca, no importa lo que pase.- El de cabellos plateados se acercó con una pequeña sonrisa, dejando un suave beso en la comisura de sus labios, no quería asustarla, pero tenía ganas de besarla desde que inició el viaje. Fue algo simple, suave, sin buscar nada más debido a su estado, pero lo suficiente para transmitirle sus sentimientos-. Espero que... quede claro con eso, mon ange.

- O-Oh... tal vez... no me quedó tan claro, creo que necesitaré otro.- La sonrisa coqueta junto al sonrojo en las mejillas de la fémina hicieron que Polnareff soltara una suave carcajada, acercándose nuevamente para besar su mejilla-. Uhm, yo quería el otro.

- Si descansas y dejas que te cuide podría darte muchos más.

- Un trato justo, a decir verdad.

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