Nikolas - Philadelphia
Fabrica abandonada, Nov. 04:00pm
—Día uno —susurro junto al oído de Nevi, encontrándolo con la guardia baja en lo que se prepara para empezar a hacer los arreglos respecto a Caleb.
Este sólo tensa el rostro y aprieta los labios, ceñudo y pensativo. Paso junto a él sin decir nada más y voy directo al exterior de la fábrica en donde aguarda un gran barril de acero dentro del cual cabe una persona adulta y que hemos traído directo de la chatarrería. No hizo falta hacer muchas modificaciones; sólo parchar un par de sitios por donde se filtraba el agua cuando lo llenamos para probarlo la primera vez. Byron está allí, dándole vueltas sin parecer aún demasiado convencido. Caleb está sentado a la sombra con la espalda contra la pared. Parece como si guardara luto por un funeral que aún no ha tenido lugar. Cuando me acerco, levanta la mirada sólo un instante:
—Tranquilo, chico lobo. Si algo pasa, te daré respiración boca a boca.
El muchacho tuerce una mueca y guarda silencio.
—No lo molestes —me advierte Nevi, llegando a mi lado, para dirigirse a Caleb.— ¿Estás listo?
—No —susurra el aludido, sin mirar a nadie.
Entre Nevi y Byron intercambian un gesto amargo.
—¿Los niños? —pregunto.
—En el sótano.
—¿El perro?
—También.
—Bien, no queremos lidiar con dos canes enfierecidos. ¿Todos listos?
Los cazadores asienten. Caleb nos dirige una mirada alicaída y ansiosa. Pero sin más remedio, se levanta de su lugar y se queda de pie frente a nosotros:
—Hagámoslo.
Llenar el barril sólo nos toma algunos minutos. Nevi intenta conversar con Caleb para distraerlo de mirar el sitio en el que pronto estará encerrado. El muchacho empieza a quitarse la ropa para quedar sólo en una camiseta delgada y boxers, además de descalzo.
—Antes de todo, quiero comprobar cuánto es el tiempo máximo que aguantas sin respirar. Partiremos por ahí. Toma aire hondo, todo lo que puedas, antes de entrar.
Caleb asiente, y trepándose al barril, se sumerge poco a poco. El frío del agua no parece afectarle en lo más mínimo, por lo que omite por completo el tedioso periodo de aclimatamiento y entra en el agua de una sola vez. El exceso de esta se rebalsa por los bordes hasta quedar a tope. El muchacho queda con la cabeza afuera en lo que se sujeta a los bordes del contenedor.
Nevi ocupa lugar frente a él:
—Ya has oído a Nikolas, por esta vez sólo necesitamos medir el máximo de tiempo que aguantas sin respirar para conocer tu límite. Quédate abajo hasta que ya no puedas más, es importante que seas honesto, ¿de acuerdo?
El muchacho asiente, inhala y exhala hondo dos veces, tratando de calmarse y dándose ánimos a sí mismo, tras lo cual toma una inspiración larga y mete la cabeza en el agua. En ese instante, Byron echa a correr el cronómetro de su móvil, y esperamos.
Nevi lo ayuda a mantenerse abajo, asentando una de las manos sobre su cabeza. Parece que los segundos son el doble de lentos en lo que el chico permanece abajo.
—Un minuto —anuncia Byron.
—Bien. Saldrá pronto.
A partir de allí, cuento veintidos segundos relativos hasta que Caleb sale del agua, inhalando una gran bocanada y jadeando fuertemente.
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HUNTERS ~ vol.2
ParanormalHabiéndose revelado sus respectivos pasados, Byron y Nevi consolidan su alianza. Sin embargo, el plenilunio se acerca, y la situación de Caleb no augura nada bueno. Por otro lado, ambos cazadores saben que no podrán quedarse en Philadelphia para sie...