33. Fiesta de inauguración - Nevi

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Nevi - Pennsburg, PA
Casa de Bob, Ene 17:30pm

Tras terminar de hablar con Sophie, les dejo solos a ella y a Byron por si tienen alguna otra cosa que tratar y por mi parte me dirijo escaleras arriba, agobiado por esta nueva información.

Chris estuvo en la fábrica... Ni siquiera veinticuatro horas después de que nos fuimos. Sophie tuvo suerte; Chris no la conocía, no tenía motivos para hacerle nada.

Pero aquello hace que me pregunte qué hubiese pasado si hubiésemos estado allí todavía. O qué hubiera pasado si hubiésemos dejado atrás a Nikolas...

No es que ellos hayan tenido la oportunidad de tratar demasiado el poco tiempo que Chris estuvo con nosotros, pero por otro lado... yo mejor que nadie sé la capacidad de Nee para sacar a la gente de quicio. Y conseguir irritar a un cazador curtido de criaturas sobrenaturales bajo la influencia de un demonio poderoso... Aquello sólo podría haber acabado en desastre. Y el haber podido evitarlo me tranquiliza, a la vez que me estremezco de solo pensar en lo cerca que estuvimos de enfrentarnos a ese caso.

Mis pasos me llevan casi por voluntad propia a las escaleras hacia el desván. Y me encuentro allí con un rostro inesperado. Cassie está sentada en la cima de las escaleras al desván. Tiene junto a las rodillas un plato con la porción que quedó de tortilla de huevos.

Levanta el rostro al advertirme y luego baja la vista, luciendo avergonzada.

—¿Qué estás haciendo aquí, Carla? Te hiciste humo luego de que llegó la Roja.

—¿Se suponía que me quedara allí, conversando?

—Metiéndote donde no te llaman, como siempre.

—No me importa lo que hablen los demás.

—Eso es nuevo.

No infiero más en ello. Probablemente eso haya sido lo mejor. No sé qué tanto le habrá contado Byron sobre Chris, pero es mejor si él mismo se encarga de ponerla al tanto. Los más jóvenes de nuestro grupo no tienen para qué consternarse con los problemas que nos agobian a los adultos.

—¿Y bien? ¿Qué haces aquí con ese plato? ¿El disgusto te ha abierto el apetito?

—Es la ración de Nee. Se la he traído.

Llevo la mirada desde la niña con el plato intacto junto a las piernas, a la puerta detrás de ella, que permanece cerrada.

—¿Llevas aquí mucho rato?

—Unos minutos, pero la comida ya se enfrió.

—¿Probaste golpear?

—Dos veces, pero no responde.

—Quizá esté dormido. Yo lo dejaría; ya saldrá cuando tenga hambre.

—No ha salido de aquí desde la mañana.

Suspiro discretamente.

Sé que esperar que Nikolas sea amable, incluso con una niña, es demasiado pedir, aun cuando aparte de mí es la única a la que parece importarle un idiota ermitaño y malagradecido, pero no puedo evitar sentirme mal por Cassie. Subo las escaleras y tomo el plato encima del último peldaño al llegar junto con ella:

—Gracias, linda, yo se la daré. Levántate de allí; el suelo está frío.

—Estoy bien aquí.

—Se te va a subir una araña.

HUNTERS ~ vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora