26. El desván - Nikolas

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Nikolas, Pennsburg
Casa de Bob, Ene. 10:15am

Ambos apoyados contra la puerta cerrada dentro del desván, intentando oír lo que dicen los chiquillos afuera, Nevi mueve la cabeza con una suave risa ante la pregunta de Cassie.

—Byron nos va a echar una buena bronca...

Giro el rostro hacia él y le lanzo un vistazo de medio-lado.

—¿Así que... la tengo enorme?

—Sí. Una enorme imaginación —replica él y se aleja de la puerta.

Suelto un respiro por la nariz y me interno por mi parte en la habitación, detrás de él.

—Te refiero a mi postal navideña, a ver si puedo hacerte cambiar de opinión.

—¿Por qué creerías que todavía la conservo?

—En ese caso te enviaré una actualizada.

El espacio arriba es más amplio de lo que me hubiese imaginado. Se conforma de algunas cajas y mobiliario viejo cubierto de lonas. A pesar de ellos, sigue habiendo espacio suficiente para desplazarse libremente, y no está excesivamente sucio más allá de algo de polvo y telarañas por los rincones.

—Qué mansión tenía escondida el tío Bob, ¿huh?

—Desde luego que esto es una mansión para ti... —me burlo.

Nevi exagera una profunda genuflexión:

—¡Oh, perdóneme, su alteza! ¿Qué tal si llamamos a tu amoroso padre y le pedimos hospedaje a él?

—Su bodega de whisky era más grande que esto. Al menos tenía algo con qué pasar el tiempo cuando me encerraba allí después de una golpiza particularmente dura.

Nevi levanta la mirada hacia mí sin rastro de sonrisa. Yo le dedico por encima del hombro una mirada llena de fanfarronería, retándolo a seguir.

—Esto se puso innecesariamente oscuro —me reclama, un poco cortado.

—No uses el humor negro conmigo si no estás listo para ir allí. Sabes que siempre lo puedo llevar más lejos.

Nevi mueve la cabeza y se calla, hurtándome la vista.

No tengo margen de referencia para juzgar los alrededores y decidir si el lugar me gusta o no. Tampoco es como si fuera una broma del todo... Pasé de vivir en una mansión con paredes enchapadas de paneles de madera tallada y suelos de mármol... a una vieja fábrica abandonada. Ambas, igual de frías y oscuras...

Este sitio es diferente. A pesar del tiempo que parece haber estado abandonado, hay luz en los pasillos y en las habitaciones. A pesar de que afuera el invierno es crudo, dentro no hace frío. Y desde luego que hay más gente aquí. Gente a la cual no detesto... Lo cual es otra gran diferencia.

Entre el resto del mobiliario, lo que no está cubierto por lonas, me encuentro con una mesa auxiliar vieja, una lámpara de pie sin pantalla y lo que parece ser un viejo sofá-cama. No está ni de cerca tan sucio como mi colchón en la fábrica, y al menos está a cierta distancia del suelo, por lo que las arañas y el frío no serían un problema. Hay un mesón amplio en un rincón y en la pared contraria a la puerta, justo en el centro, una ventana tipo buhardilla se proyecta hacia afuera con vista al jardín. Me acerco y la abro para dejar entrar el aire, y la luz me deslumbra y me ciega momentáneamente, igual que siempre, con lo cual no me percato de en qué momento Nevi ha llegado conmigo.

—Bonita vista —comenta.

El aire también es distinto aquí. Se siente fresco y huele limpio; no a smog, lodo y óxido. Es agradable...

HUNTERS ~ vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora