28. Traicionado II - Micah

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Micah - Philadelphia
Fábrica, Dic 19:50pm

Aby y yo permanecemos en silencio, sentados cada uno a un extremo del colchón. No ha querido hablarme desde que se enteró de que nos iremos de aquí. Permanece abrazado a sus propias rodillas sin mirarme y con expresión abatida. Sé que no es irse de aquí lo que le está molestando. Si lo hubiésemos hecho antes, probablemente lo hubiese aceptado. Quizás hasta le hubiese alegrado alejarse de Nevi o incluso de Nikolas; personas a las que considera peligrosas.

Lo que le ha puesto así es el hecho de que no sólo no verá más a Cassie, sino que también ella se irá. Y también... que se siente traicionado por mí.

Si nos hubiésemos marchado antes... no se hubiesen conocido. Esta despedida hubiese sido limpia. Pero si nos hubiésemos marchado antes, Aby nunca hubiese tenido a una amiga de su edad; no hubiese estado expuesto a tratar diariamente con otras personas; probablemente no hubiese tenido los progresos que ha experimentado hasta ahora. Yo mismo sería todavía un chiquillo desconfiado y desorientado. Nevi no me hubiese dado un propósito. Quién sabe, quizás ni siquiera hubiese sido capaz de encontrar un trabajo y un sitio por mi cuenta.

Yo también he vencido durante este tiempo a algunos de mis demonios; ahora debería ser capaz de lidiar con esta situación...

Y hay una forma en la que puedo; pero no depende sólo de mí.

Abel no pone ninguna objeción cuando le pido esperarme en el mismo sitio y me levanto para ir a buscar a Nevi. Me resulta muy extraño separarme de él sin ninguna pequeña lucha previa de su parte. El haber lastimado la confianza de mi hermano al punto de que le de igual si estoy a su lado o me alejo, me hace creer con más fuerza que necesito hacer algo por remediar esto.

Y remediarlo implica enfrentar a Nevi y rechazar su amabilidad. Pero más importante... implica tratar con Nikolas, y empiezo a rogar que Nevi esté presente para darme más tranquilidad, y si no está demasiado enojado conmigo para entonces, quizás, hasta para interceder por mí y darme una mano.

Les encuentro juntos, como cada tarde, en la habitación de Nikolas, a Nevi empinando una botella de cerveza, sentado sobre el escritorio sobre el que Nikolas trabaja torciendo un desarmador sobre la radio que él y Nevi despedazaron la noche anterior.

Parece que llego justo al final de su conversación:

—... pero en fin, así es como funciona esto. Ya sabes el resto de la historia —le dice Nevi, y le da un sorbo a la botella.

En cuanto me advierten, se quedan en silencio. Nevi me contempla expectante. Disparo por reflejo la mirada a la radio sobre el escritorio, todavía sin el valor suficiente de mirar a ninguno.

—No te hagas muchas ilusiones —me dice Nikolas, al advertir la dirección de mis ojos, pero sin siquiera levantar la cabeza; sólo mirándome por el rabillo de los suyos—. Sólo estoy rescatando partes.

—¿Puedo hablar contigo? —le pido a Nevi. Este traga un buche de cerveza y se encoge de hombros.

—No lo sé, Whitey. ¿Puedes?

El hombre rubio tuerce una sonrisa. Nevi contiene la suya unos instantes antes de sonreír también:

—Anímate; solo estoy jugando. ¿Por qué tan serio, Snow White? —dice, bajándose del escritorio de un salto—. Hablemos afuera.

HUNTERS ~ vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora