11. Morgan - Micah

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Micah – Philadelphia
Tienda de Autoservicio, Ene. 15:17pm

Me sorprende ver aparecer a Nevi por la ventana del escaparate antes siquiera de terminar mi jornada en la tienda, y lo primero que pienso es que pueda haber pasado algo en la fábrica. Algo lo bastante grave como para que le hiciera venir hasta aquí a buscarme, por lo que dejo todo lo que estoy haciendo y troto hacia la puerta para ir en su encuentro, con la respiración acelerada.

Pero al momento de entrar, acompañado con el sonido de la campana de la puerta, él parece tranquilo, y me saluda con una mano y una sonrisa en los labios en cuanto me intercepta, con lo cual consigue tranquilizarme y provoca que aminore la velocidad de mi marcha a la hora de aproximarme a él.

—¡Nevi!, ¿qué...?

—No te emociones mucho, Whitey, no vengo para verte a ti —me frena en mitad de la marcha, con una mano en alto, trasladando la mirada por el interior de la tienda, tras lo cual me hace un gesto con el dedo para que le siga—. Pero esto te incumbe, así que ven conmigo.

—¿A mí? ¿Por q-...?

—¡Judy, preciosa! —Nevi pasa de largo por mi lado y va directo a la caja registradora, en donde la aludida masca chicle mientras mira su teléfono móvil con los auriculares puestos.

Esta levanta la vista al oír su voz, y sus labios pintados de rojo intenso se distienden en una sonrisa al tiempo en que se quita los auriculares.

—Mira lo que trajo el gato —saluda a su vez, dejando su móvil a un lado. Al ver que le acompaño, su expresión se tuerce con desaprobación—. ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? No puedo dejarlo salir solo porque a ti se te canten.

—Ya lo sé. Ya me ha quedado claro que tienes un corazón de hielo —dice él, con un mohín—. Pero es contigo con quien he venido a hablar —revela entonces, provocando que los dos le clavemos una mirada interrogatoria.

Si quiere hablar con ella, ¿para qué me necesita? Empiezo a temer que vaya a decirle algo en relación a Iseth, a juzgar por lo que me dijo después de que todo hubiera pasado; que debería invitar a salir a Judy.

Abro los labios para interrumpirlo, pero él me interrumpe primero, clavándome el dedo índice sobre los labios.

—Chitón.

Judy levanta la ceja del piercing:

—¿Conmigo? ¿Para qué?

En ese punto, Nevi parece avergonzado, algo raro en él, pero por el modo en queladea el rostro a la hora de dirigir a Judy una mirada de cachorro triste, determino que solo está coqueteando para ganar su favor.

—De hecho... te necesito como intermediaria. —Entonces, Nevi se inclina sobre el mesón y echa un vistazo por los alrededores antes de hablar—. Necesito hablar con Morgan.

Judy se debate nerviosa y me mira de refilón, de forma fugaz.

—¿Para qué necesitas a mi hermana?

Nevi me arroja por su parte un vistazo de soslayo y sonríe:

—Tranquila, Micah es de confianza. Se trata del mismo favor de la última vez. Lo antes posible. Es... una especie de emergencia.

Judy se muerde los labios, poco convencida.

—Odia que la molesten por estas fechas, ya lo sabes. A menos que tengas algo bueno que...

—Vamos, dulzura, sabes que nunca la he decepcionado. Solo hazle una llamada, o envíale un mensaje. ¡Sin compromisos! Si te dice que no, no insistiré.

Judy pestañea lento. Al cabo de un rato suspira y alcanza su teléfono móvil del mesón. Después, se levanta de su silla y se retira a un extremo de su puesto en la caja registradora para teclear algo.

HUNTERS ~ vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora