Cassie - Philadelphia
Fábrica, Dic 06:10amAlgo me despierta antes que de costumbre. Es apenas un movimiento pero, inconscientemente, tenía el sueño ligero porque sabía lo que iba a ocurrir cuando me despertara: Byron se va.
Abro un ojo y lo veo de espaldas, sentado en el colchón, atándose las botas a la luz de la linterna del móvil que hiende la todavía oscuridad de la noche. Ni siquiera ha amanecido y todo el mundo duerme.
— ¿Byron? — lo llamo en un susurro.
Él se da la vuelta y me contempla, pero no dice nada. Me pregunto si, al levantarse tan pronto y con tanta delicadeza, tenía pensado no despedirse. Intento pensar que no es cierto y esbozo una sonrisa nerviosa que no estoy muy segura de si llega a apreciar con la poca luz que nos ilumina.
— Aún es muy pronto, ¿por qué no dormimos un poco más? — propongo, intentando hacer que se quede más tiempo. Quizás, si se queda dormido hasta muy tarde, posponga su partida. Quizás, todavía puedo hacer que no se vaya...
— Debo irme ya, Cassie – me responde, también en un susurro.
— Pero ni siquiera es de día – rebato.
— Tengo mucha carretera por delante.
Le contemplo, y noto ya los primeros síntomas de que sé que voy a llorar. A pesar de que ha dicho que va a volver, a pesar de que sé que tiene que hacerlo, es la primera vez que me separo de él tanto tiempo. No va a irse de recados, no va a alguna misión acompañado, no me tiene con él para calmarlo si las cosas salen mal... Va a investigar algo que puede que le vuelva a despertar ese demonio interno que tanto miedo me da, y no voy a estar allí para confortarlo.
— ¿Es muy tarde para irme contigo? — inquiero.
Un amago de sonrisa asoma a su rostro, y por un momento pienso que va a aceptar, pero enseguida niega, poniéndome su mano grande y cálida encima de la cabeza. Bajo la mirada y suspiro tristemente.
— Vuelve a dormirte – me dice.
Se baja las perneras de los vaqueros, se levanta, se pone la cazadora y emprende el camino fuera de la fábrica. Le contemplo marcharse incrédula, esperando que se dé la vuelta, incapaz de creer que eso haya sido todo, y sin perder tiempo y con el corazón enfurecido, me destapo, me levanto yo también y le sigo a la carrera, encontrándomelo a punto de abrir la puerta de la pick up. Una fina raya ambarina se recorta en el horizonte, precediendo al amanecer.
— ¡¿Y ya está?! — le pregunto, enfadada. — ¿Eso es todo lo que vas a decirme?
Él se gira para contemplarme, con expresión confusa. Al verme, abre la boca, seguramente para decirme que vuelva adentro porque hace frío, cosa que no noto por la rabia que siento, pero hablo antes que él.
— Incluso Nevi fue más cariñoso, y estamos hablando de Nevi, que no hace más que meterse conmigo – le digo, con una mezcla de dolor y acusación.
Me duele que, a veces, Byron sea tan frío. Es como si no le importara lo que yo sienta. Como si él mismo no sintiera nada.
— Creía que te daría un poco más de pena separarte de mí... — murmuro, más para mí que para él, pasando del enfado a la tristeza.
Byron no dice nada, solo suspira profundamente, con una expresión que no logro descifrar. Detrás de él, Keeper da vueltas por el patio, esperándole impaciente. Cuando ya pienso que no va a decir nada más y estoy a punto de darme por vencida y volver al interior de la fábrica, pues el frío glacial de la madrugada empieza a hacerme tiritar, Byron habla en voz baja:
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HUNTERS ~ vol.2
ParanormalHabiéndose revelado sus respectivos pasados, Byron y Nevi consolidan su alianza. Sin embargo, el plenilunio se acerca, y la situación de Caleb no augura nada bueno. Por otro lado, ambos cazadores saben que no podrán quedarse en Philadelphia para sie...