54. Nevada III - Micah

146 39 4
                                    


Micah – Philadelphia

Fábrica, Dic 8:30am

Tras el abrupto final con que Nevi dio término a nuestro primer entrenamiento, después de semanas de no poder practicar juntos, no me queda otra sino continuar por mi cuenta, realizando las rutinas de ejercicios que él solía enviarme por mensaje al móvil cuando estaba ausente. Todo con tal de seguir mejorando.

Mientras hago flexiones en el suelo, empiezo a preguntarme si existe alguna razón para que no haya habido sino tropiezos entre nosotros desde que regresó; primero en Navidad y ahora esto. ¿Qué estoy haciendo mal?

¿Realmente estoy indagando demasiado en su vida? ¿No es lo que haría un amigo? Pensaba que lo éramos. Que me consideraba uno... Que confiaba en mí.

Tras la flexión número cincuenta tengo que tomarme un descanso, pues, aunque he despejado el suelo para no poner las manos sobre la nieve, este sigue estando frío y me quema la piel de las palmas como si las hubiera puesto sobre brasas.

Mientras tomo un respiro e intento calentar mis manos heladas, las duras palabras de Nevi dan vueltas sin cesar por mi cabeza. "La próxima vez no seré tan amable". ¿Acaso he dicho algo tan malo como para ganarme tal hostilidad de su parte? Ni siquiera puedo ir con él y preguntárselo; sería atizar de nuevo el fuego y es lo último que quiero.

Pero cuando Nevi dijo que el entrenamiento llegaba hasta aquí... ¿Quiso decir que se terminaba por hoy... o que ya no continuaríamos entrenando?

Intento convencerme de que no es nada personal. Nevi ha estado distinto desde que llegó; algo le ocurrió que no tiene nada que ver conmigo; algo que no quiere contarme. Algo con lo cual, en sus propias palabras, tampoco ha querido importunar a Nikolas. Pero si el hombre que es su confidente no tiene los detalles, ¿qué soy yo, o quién, para conocerlos o exigirle un trato distinto?

Terminada mi rutina en solitario paso por la fábrica camino a las duchas y me encuentro con Nevi riéndose de algo con Byron en la estancia principal. Me basta un vistazo para saber que también soy un intruso allí y apresuro la caminata para alejarme lo más pronto posible.

Verlo bromear con Byron instala nuevas inseguridades en mi cabeza. ¿El problema es únicamente conmigo?

Sin querer pensar más en ello paso directo a los baños, cierro la puerta y me meto en la ducha de una vez, en un intento desesperado porque el ruido blanco del agua sirva para camuflar el zumbido en mis oídos y las preocupaciones de mi cabeza; pero no sirven de nada. Suenan más alto que el agua de la ducha, y se empeñan en gritar más fuerte conforme más me afano en hacer oídos sordos.

Finalmente, cuando siento que me he quitado el sudor, cierro la llave del agua y salgo de las duchas tiritando, para después enfundarme rápidamente en la ropa limpia que dejé previamente allí, antes de irme a entrenar.

Conforme las capas de ropa van mitigando el frío, mi mente casi porfía por recordar otra vez mi discusión con Nevi, pero me urge un recuerdo mucho más importante: Aby me espera afuera.

HUNTERS ~ vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora