25. Despedida - Nevi

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Nevi - Philadelphia
Fábrica, Dic 01:30pm

Cuando Micah y yo regresamos a la fábrica, el Micah permanece tan callado como lo estaba al levantarnos de la banca en el parque. Lo estuvo durante todo el camino aquí. Sé que no está feliz con mi decisión, pero no tiene más opción que aceptarla.

Al llegar va directo con su hermano, el cual se arroja entre sus brazos. Viene escoltado por Cassie, quien saluda a Micah con una sonrisa. En este último tiempo, Abel y Cassie se han vuelto casi inseparables, por lo que comunicarles la noticia va a ser otro problema; pero era una posibilidad que los chiquillos ya enfrentaban antes, cuando Byron albergaba las mismas intenciones; antes del primer plenilunio de Caleb. Lo cual me recuerda que tenemos una conversación pendiente los tres mayores, igual que en esa ocasión; sólo que en esta oportunidad, la presencia de Caleb también es necesaria.

Cuando nos encontramos los tres en el patio, después de haber convocado una rápida reunión, Byron luce intrigado, y Nikolas esgrime su acostumbrada apatía sin mirar a ninguno de los tres; sino a algún punto en el suelo que parece más interesante. Caleb, como es natural, dado que la última vez que tuvimos una reunión los cuatro, no resultó en ninguna perspectiva favorable para él, luce confuso y atemorizado.

—¿Hay... algún problema? —pregunta, tras tragar un grueso buche de saliva, y hablando bajo.

Su nerviosismo casi me provoca un acceso de risa, pero me contengo y me limito a torcer una mueca:

—Tranquilo, Benji. No todo tienen que ser malas noticias para ti. —Me aclaro la garganta antes de hablar. Percibo de soslayo la mirada que Nee me arroja por el rabillo del ojo sano. Él ya lo sabe, pero posiblemente esto resulte en una sorpresa para los demás, considerando que no se lo había dicho ni siquiera a Nikolas hasta la noche anterior—. Caleb —me dirijo a él, haciendo que levante la vista, no mucho más tranquilo aún después de mi intento por apaciguarlo—, el plenilunio ya pasó. Nos diste un par de problemas, pero todo salió mejor de lo que esperábamos. Y los últimos días no has tenido ningún síntoma o recaída; por lo que me atrevo a decir que no tendrás dificultades hasta que se acerque la próxima luna llena.

Caleb respira un poco más tranquilo y da una cabeceada. Vislumbro el esbozo de una sonrisa en una de sus comisuras. Pero mucho me temo que vaya a desaparecer muy pronto.

—Lo que quiero decir es... —Me callo, sin saber bien como ponerlo—. Que... probablemente ya no me necesites las próximas semanas.

El muchacho me observa sin entender; pero no es el único. Entonces me dirijo a Byron.

—El licántropo que mordió a Caleb sigue suelto por ahí. Con todo lo que pasó; el ataque a Caleb, el neófito, el chupasangre que lo convirtió y después el plenilunio... Fue preciso posponer ese asunto en particular; pero ahora que todo está en calma por aquí, me temo que no puedo seguir postergándolo. Tengo que retomar la búsqueda. Hallar a esa bestia y aniquilarla.

Byron reacciona como reaccionaría cualquier cazador en esta situación. Lo considera unos segundos y concuerda con una cabeceada. Lo entiende porque es lo que él haría. Lo que hacemos...

Caleb, sin embargo...

—Espera... ¿quieres decir...? —farfulla, dando un paso al frente, tambaleándose sobre sus talones.

Confirmo su pregunta inconclusa con un corto asentimiento.

—... ¿Qué? —jadea en un susurro. Su voz cobra volumen y fuerza entonces—. ¡¿Te vas?!

HUNTERS ~ vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora