23. Últimos Arreglos III - Micah

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Micah - Philadelphia
Barrios periféricos, Dic 12:00pm


Nevi ha estado callado durante todo el camino.

Aún no me ha dicho a donde vamos, pero no deja de rondarme la cabeza el intercambio entre Nikolas y él hace un cuarto de hora, antes de salir, y el hecho de que se separase de mí en mitad de nuestra improvisada clase para "arreglar algunos asuntos". 

Sin embargo, no he querido hacerle preguntas, pues cada vez que me giro a verlo, parece ensimismado y cavilante, como si diera vueltas a otro asunto mucho más importante todavía, el cual desconozco si tiene relación con el sitio a donde vamos o no.

—Aquí es —anuncia en el instante en que se detiene sobre la acera.

Voy tan perdido en mis pensamientos que me detengo unos cuantos pasos más por delante de él y me giro para verle, confuso y sin comprender. Al mirar a mi alrededor me doy cuenta de que hemos salido del área industrial y estamos atravesando un barrio algo menos pobre y con algunas tiendas por los alrededores.

Nevi me indica una de las tiendas con la cabeza. Se trata de un autoservicio pequeño, con un gran letrero en la entrada: "Howard's"

—Antes de entrar: reglas —puntualiza con el índice en alto, plantándose frente a mí con expresión severa—. Primero, no hagas preguntas; sólo di que sí a todo lo que te pregunten ellos. Si no puedes responder con un monosílabo, cállate y déjame hablar a mí, ¿comprendido?

—¿Por qué? ¿Qué vamos a...?

—¿Comprendido, Micah? —insiste Nevi. Suelto un suspiro y doy una cabeceada—. Bien —se relaja—. Regla número dos: sonríe en todo momento, se cortés, ofrece tu mano al saludar y al despedirte. Si confías en mí y haces todo esto, en menos de diez minutos estaremos fuera.

No se qué se trae entre manos... pero hasta ahora Nevi no me ha dado nunca razones para no confiar en él, de manera que accedo a hacer lo que me pide, aunque ni siquiera sepa de qué se trata.

Cuando entramos, la puerta se abre con el sonido de una campanilla y distingo en el mostrador a una chica joven, con aspecto de estar increíblemente aburrida. Es bastante guapa, con el cabello negro recogido en una coleta con algunos mechones sueltos en torno al rostro, un flequillo recto en la frente que le sienta sorprendentemente bien, y los labios pintados de un rojo brillante. Tiene dos perforaciones en el labio inferior, una de cada extremo, con argollas que simulan los colmillos de una serpiente.

Cuando levanta los ojos, pasa de lucir fastidiada a distender una gran sonrisa.

Nevi se adelanta y se inclina sobre los antebrazos encima del mostrador frente a la muchacha.

—Hola, dulzura —saluda ronroneante, y empieza a jugar con un mechón de pelo de la chica, enroscándolo en su dedo—. ¿Recuerdas mi pequeño favor de esta mañana?

Ella se muerde el labio inferior con coquetería:

—Ya está arreglado —guiña, haciendo con los dedos un signo de "O.K". Entonces repara en mí y abre los ojos con sorpresa al momento de salir de detrás del mostrador para saludar, ofreciéndome su mano. La tomo. Está cálida, y sus uñas son largas y están cubiertas de esmalte negro. Se dirige primero a Nevi—. Conque... tu primo. ¿No?

Aquello me desconcierta. No ha sido una pregunta, pero decido seguir las indicaciones de Nevi de todos modos.

—Sí —corroboro, sin saber qué se trae entre manos haciéndome pasar por su familia. Y, en cierta manera... a la vez ilusionado con la idea de un parentesco entre los dos.

HUNTERS ~ vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora