La hermana de mi amigo|Eddie Munson

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•Última parte•

-No creo que sea buena idea que te vayas Eddie. -Dijiste una vez que habías vuelto con Steve a la sala de estar. -No quiero lidiar mañana temprano con la persona que venga a reparar tú camioneta, mejor que lo hagas tú.

Eddie te miró un poco confundido.

-Bien, creo que tienes razón. -Respondió. -Así que gracias Harrington, pero la señorita a hablado.

-Bueno, entonces nos vamos. -Dijo Steve. -¿Nos vemos mañana? -Te miró.

-Claro, mañana podemos hacer algo más divertido.

-Eso espero. -Comentó Robin.

Poco después se despidieron y quedaste de nuevo con Eddie.

-¿Quieres cenar algo? -Preguntó de repente Eddie.

-No, no tengo hambre. -Lo miraste.

-Sí, yo tampoco. -Ladeo la cabeza un poco. -¿Por qué cambiaste de opinión?

-¿Sobre qué?

-De irme a casa o quedarme.

-No lo sé. -Te encogiste de hombros.

Eddie suspiró y buscó algo en la bolsa de su pantalón, notaste que saco una caja de cigarros.

-Iré... a... bueno estaré afuera. -Dijo y salió por la puerta de atrás.

Sacaste de tú chaqueta la bujía que te había dado Steve y la miraste atentamente.
No sabías si podías confiar en Eddie, según Steve sí, era un buen chico, de hecho llevabas tiempo de conocerlo pues Eddie siempre se había llevado con Rick.

Pero cuando tú y tu hermano vivían con sus padres, la mayor parte del tiempo pasabas encerrada en tú habitación cuando llegaban los amigos de Rick, entre ellos, Eddie.
No tenias nada contra él, pero habías tenido amigos que te habían lastimado mucho, por lo que no confiabas mucho en las personas.

Suspiraste, habías tomado la decisión de ir hablar con él, no sabias que le dirías pero tenías que enfrentar la situación.
Saliste al patio y Eddie se encontraba en una mesa que había afuera, fumando uno de sus cigarros, te acercaste y tomaste asiento junto a él.

-¿Me das uno? -Preguntaste.

-Rick me mataría. -Respondió.

-Hago cosas de las que Rick nunca se a enterado, Eddie. -Lo miraste mientras botaba el humo de su cigarro. -Pero está bien, si no quieres. -Te encogiste de hombros.

Eddie se quedó pensativo unos segundos, lo más seguro, tomando la decisión de si te daba un cigarro o no, poco después te tendió uno, el cual encendiste de inmediato.

-¿Todo bien? -Preguntó Eddie.

-Sí ¿Por qué?

-Porque estás aquí, conmigo. Según entiendo no te agrado mucho. -Dijo con una media sonrisa.

-Sí me agradas. -Respondiste. -Lo lamento, no suelo ser muy amable contigo ¿Cierto? -Reíste un poco.

-Solo a veces. -Rió Eddie también.

-Creo que tengo algo tuyo.

-¿Qué? -Eddie te miró.

Sacaste de tú chaqueta la bujía de su camioneta y se la entregaste, te miró algo sorprendido y alarmado.

-Creo que al final si sabes algo sobre autos. -Dijiste.

-Lo siento. -Dijo apenado. -Pero necesitaba aclarar las cosas contigo, no quería que pensaras que era un idiota. Creo que fue un milagro que me dejarás pasar la noche. -Rió.

One Shots | Joseph Quinn/Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora