-Hola preciosa. -Un chico se acercó a tú lado.
Volteaste a verlo, entrecerrando un poco tus ojos, intentando enfocarlo.
-¿Me hablas a mí? -Te auto señalaste.
-Sí. -Asintió aquel chico. -¿Quieres un trago?
-Mira. -Buscaste tú celular en la bolsa y lo desbloqueaste con algo de dificultad, luego le mostraste una foto aquel chico. -¿Sabes quien es?
El chico miró la foto con el ceño fruncido, confundido.
-Es mi novio. -Respondiste. -No puedo aceptar tragos.
-______, ven aquí. -Se acercó Maya riendo, tomándote del brazo.
Se alejaron de aquel chico, llevándote con tus amigos, con quienes habías salido esa noche a beber, aunque algunos se habían pasado de copas, incluyéndote.
-¿Qué sucedió? -Jamie te miró divertido.
-Mira. -Le enseñaste la misma foto a Jamie.
-¿Joe? -Preguntó Jamie en tono divertido.
-Le dije al chico que era mi novio y que no quería su trago. -Explicaste mientras arrastrabas las palabras.
-¡Eso es! -Respondió Jamie. -Joe estaría muy orgulloso de su novia.
-Verdad. -Asentiste reiteradas veces.
-Chicos, ya pedí un taxi. -Dijo Maya.
-Oigan. -Joe Keery se acercó al lado tuyo. -Una chica por allá dijo que me parezco a Joe Keery. -Rió.
Todos rieron mirando a Joe.
-¿Y qué les dijiste? -Preguntó Jamie.
-Les dije que ese tipo es realmente feo al lado mío. -Rió Joe. -Se alejo algo molesta.
Tú reíste, casi sin comprender la historia de Joe, era más por el efecto del alcohol, Joe también rió como tonto.
-Tú llevas a Keery y yo a _____. -Jamie miró a Maya.
-De acuerdo. -Suspiró Maya.
•••
-Oh miren, aquí vivo yo. -Dijiste sorprendida al ver tú edificio.
-Vamos _____. -Rió Jamie mientras él abría la puerta del auto.
-Adiós Joe. -Volteaste a verlo.
Pero Joe ya se encontraba dormido, con su cabeza caída por uno de sus hombros mientras roncaba.
-Adiós Maya.
-Adiós _____. -Rió Maya al verte tan ebria.
-Ya vuelvo. -Jamie aviso a Maya.
Jamie te ayudo a caminar hasta el edificio, te metió en el elevador y presionó el botón de tú piso.
-No presiones ningún otro, ya le avise a Joseph que vas para arriba.
-De acuerdo. -Le guiñaste un ojo.
-Ningún otro botón ______. -Repitió Jamie.
-Que si. -Asentiste. -Adiós.
-Adiós. -Se despidió Jamie.
Una vez que se hubo cerrado la puerta miraste los botones, quisiste llevarle la contraria a tú amigo y presionar algún otro, pero tú celular empezó a sonar, lo tomaste con algo de dificultad.
Ningún otro botón!!!
Era Jamie.
Suspiraste y por fin se detuvo el elevador, caminaste hasta tú puerta, buscaste las llaves en tú pequeño bolso para intentar abrir la puerta.