La cafetería estaba repleta de estudiantes, a la hora del almuerzo, toda la escuela se amontonó en un solo lugar haciendo la cola para poder almorzar, unos empujándose a través de las multitudes, otros casi gritando para ser escuchados por encima de todo el ruido.
En una de las esquinas estaba el equipo de baloncesto, habían tomado tres de las mesas, entre burlas. Sus novias, las animadoras, reían tontamente de cualquier broma patética que les acabaran de contar.
En el otro extremo, en la otra esquina del mar de estudiantes, tomaste asiento junto al resto de los chicos del club Hellfire. El ambiente ahí no era menos animado, de hecho era mucho más interesante o al menos eso asumiste. En realidad no estabas escuchando lo que decían.
Tú atención estaba sobre el chico de cabello rizado y largo. Eddie no habían mencionado ni una sola palabra desde que tomó asiento, ignorando la conversación y tú mirada interrogativa.
Entrecerraste los ojos mientras lo mirabas.
Algo andaba mal, Eddie nunca había estado tan callado.De hecho ¡Tú novio había estado actuando raro durante todo el día!
Todo parecía normal esta mañana.
No tenían la primer clase juntos, así que Eddie te abrazó fuerte afuera de tú salón de clases, como siempre lo hacía todos los martes. Te presiono contra su pecho, lamentando la inminente separación ¿Como podría sobrevivir sin ti un par de horas?
-Literalmente me volverás a ver en unas dos horas. -Dijiste aún entre sus brazos.
Eddie se separó un poco y empezó a dejar besos por toda tú cara, sus labios hacían cosquillas sobre tú piel, ya te dolían las mejillas por sonreír tanto.
-Si si. -Él retrocedió por fin para mirarte. -Pero eso es mucho tiempo para mí.
Él te miró con sus mejores ojos de perrito y como siempre, no pudiste evitar besarlo, de puntillas con las manos sobre sus hombros, presionaste tus labios contra los suyos y casi de inmediato sentiste su enorme sonrisa.
Una vez más te abrazo con fuerza para separarse rápidamente antes de dar un paso hacía atrás.
-Contare cada segundo, mi señora. -Dijo en tono divertido.
Empezó alejarse, caminando hacía atrás por el pasillo, sin querer quitarte los ojos de encima, le sonreíste con ternura una última vez antes de que sonara la campana para entrar a clases.
Eddie tenía razón, esa clase duró toda la eternidad, o eso te pareció.
Empujaste a muchos estudiantes en los pasillos llenos, ansiosa por volver a verlo. Por fin lo divisaste a unos metros de distancia, y gritaste su nombre para llamar su atención. Sin darle tiempo para responder, corriste para lanzarte contra él.
Y esa fue la primera vez que sentiste que algo ocurría. Algo extraño.
No te ignoró ni nada por el estilo. Más bien te abrazo de vuelta, tan fuerte como lo había hecho horas antes. Pero algo estaba mal, y lo notaste, como si su corazón no estuviera ahí presente en ese abrazo.
Te alejaste y lo miraste con un ceño fruncido confundida ¿Donde estaba el chico que hace poco llegó tarde a su propia clase para pasar unos segundos de más contigo?
Decidiste no tomarlo como algo personal. La mente de Eddie era un mundo, que a veces hasta él terminada atrapado en sus propios pensamientos. Creíste qué tal vez se encontraba distraído por alguna idea para alguna campaña o pensaba en alguna nueva melodía para una canción.
Lo miraste cariñosamente mientras lo tomabas de la mano, enredando tus dedos con los de él.
Pero mientras caminaban por los pasillos, notaste que Eddie no estaba prestando atención en nada.
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One Shots | Joseph Quinn/Eddie Munson
FanfictionOne Shots de Joseph Quinn/ Eddie Munson.