Todo el mundo era consciente de su rivalidad. Él mostraría respeto por todos los otros miembros del grupo menos por ti, y tú harías lo mismo con él. Steve y Robin sabían que te gustaba Eddie, pero las esperanzas de que él sintiera lo mismo eran bajas, ya que ambos se peleaban mucho. Aunque nunca han llegado tan lejos.
-Bueno, eso es comprensible Munson, ya que te gusta escuchar música que suena como la mierda. -Te burlas, volteando los ojos.
-Entonces, ¿por qué siempre vas con todos a escuchar mi banda tocar? -Sonríe él.
Suspiras profundamente.
-Bueno, en primer lugar, me veo obligada a ir porque sino, Dustin y Steve me arrastrarían fuera de mi casa y me meterían en el auto. Lo que ya ha sucedido antes. Y en segundo lugar, la única parte que espero con ansias de esas noches, es ir a comer algo después.
Eddie se ríe.
-¿Quieres saber algo? -Murmura.
Miras fijamente sus ojos marrones, mientras él se inclina lentamente, colocando sus labios a escasos centímetros de de tu oreja.
-Aunque no te guste mi música, sé que disfrutas verme tocar.
Tú cabeza se inclina ligeramente ante la confusión.
-¿Y como lo sé? -Sigue hablando él. -Bueno, me he dado cuenta de que siempre estás distraída durante el show.
-¿Qué diab...? -Pero te interrumpe.
-¿Distraída con qué? Te preguntas. -No respondes. -Distraída por mí.
Sientes como si tú corazón cayera al suelo.
-No creas que no me doy cuenta de que me miras fijamente, mi cabello, mis tatuajes y especialmente los anillos en mis dedos. -Él mira sus anillos y comienza a moverlos, tus ojos lo siguen. -Eso es lo que más he notado que miras. -Por fin se inclina hacía atrás y sonríe.
Vuelves a poner tú atención en él.
Y ríes con burla.
-Oh, Eddie. -Suspiras, cruzándote de brazos.
Eddie te mira, tu camisa ajustada y tus pantalones ajustados abrazan los lugares correctos de tu cuerpo. Los colores cálidos de las bombillas bajo las que estás de pie en el garaje de Gareth, mejoran tus características. Te ves demasiado bien ahora mismo para Eddie. Se muerde el labio inferior, mirándote de arriba a abajo, finalmente conectando sus ojos con los tuyos.
-No pienses demasiado en ti mismo, Munson. Especialmente si se trata de mí. -Murmuras. -Debo admitir que tus anillos se ven bien, especialmente cuando tocas. -Dices con voz severa. -Pero no creas que por eso te trataré mejor, me has tratado como una mierda desde que nos conocimos, y todavía lo haces. -Tú voz se suaviza mientras miras a otro lado, pero vuelves a sus ojos, tratando de mantener tú comportamiento.
En lugar de esperar su respuesta, te alejas, dirigiéndote hacia Robin, quien está hablando con Nancy al lado del auto de Steve.
Mientras caminas hacía ellos escuchas a Eddie.
-¡Pero tú también me tratas como una mierda! -Exclama en voz alta, llamando la atención de todos.
Te detienes y te das la vuelta. Todos guardan silencio. Poco a poco él da unos pasos hacía ti, pero antes de que diga nada lo interrumpes.
-¡Te trató así porque tú empezaste! -Dices, alzando la voz también. Mientes si dices que no tienes miedo. A pesar de que Eddie y tú discuten de vez en cuando, nunca han llegado tan lejos.
Se lame los labios, colocando sus manos en sus bolsillos traseros, sus ojos ardían sobre los tuyos mientras daba un paso hacía ti.
-¿Yo empecé? ¿En serio? ¿De verdad crees que sería grosero con alguien que acabo de conocer? Supongo que pensarías eso porque soy un bichó raro, ¡pero fuiste tú la que me ignoró y me grito que te dejara en paz! -Ahora sus manos se agitan en el aire.