Loki|Joseph Quinn

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•Parte1•

-Hola dormilona. -Dice Joseph en tono tierno en cuanto te ve.

Él toma asiento en el sofá del departamento, en Londres, donde Joe decidió que debían pasar unas semanas para poder descansar de todo el trabajo; te dirigiste hacía él mientras frotabas uno de tus ojos somnolientos.

Al lado de Joe se encontraba tú pequeño cachorro, al cual bautizaste como Loki, se encontraba recostado sobre el regazo de Joe, mientras este último acariciaba su cabecita peluda.

Te sientas al lado de Joe, acurrucándote sobre su pecho, enterrando tú cara en su cuello, sentías demasiado frío y Joe se encontraba lo suficientemente caliente, sentiste como reía suave y con uno de sus brazos te rodeo, mientras frotaba su mano en tu brazo, en un intento de darte algo de calor.

-¿Aún con frío? -Preguntó él.

-Es lo único que odio de Londres. -Respondiste sin moverte de tú lugar.

-¿Dormiste bien? -Pregunta de nuevo, acercándote más a él.

Asentiste con la cabeza.

-Pero me dejaste... -Murmuraste e hiciste un puchero.

Joe rió suave.

-Tuve que sacar a caminar a Loki, estaba corriendo por toda la cocina y la sala en la mañana. -Respondió Joe mientras acariciaba una de las orejitas del cachorro, quien levantó la cabeza mirando a Joseph con sus pequeños ojos marrones.

Haber convencido a Joe de traer un cachorro al departamento había sido tarea difícil, habías hecho una gran investigación de cómo cuidarlo, como bañarlo, como entrenarlo, bueno absolutamente todo lo que tuviera que ver con adoptar un perro.

Él se negó por meses, decía que ahora mismo un cachorro no era una buena idea por el poco tiempo que tenían ambos para cuidarlo, pero lograste convencerlo con el paso del tiempo, habías arreglado tu horario de trabajo y habías convencido a Joe que ante cualquier circunstancia tú madre había accedido hacerse cargo de Loki.

Finalmente aceptó.

Habías adoptado a Loki hace un mes, aún se estaba acostumbrando al departamento y al estar viajando.
Loki se había vuelto más apegado a Joe en poco tiempo, lo que no te molestaba, pero a veces tú novio tenía que viajar mucho y sabias que Loki lo pasaba mal.

Aunque sacar a Loki a caminar durante las noches después de la cena se había vuelto una de sus formas favoritas de pasar el tiempo juntos.

-Lindo peinado, cariño. -Se burló Joe tomando un mechón de cabello desordenado para colocarlo detrás de tú oreja.

Te habías levantado algo tarde y con mucho frío, y sin Joe a tú lado, así que cepillaste tus dientes y te hiciste una coleta desordenada en tú cabello justo cuando escuchaste a Joe entrar en el departamento.

-Lo siento, estaba demasiado emocionada por encontrarme contigo y Loki. -Te alejaste un poco de Joe para inclinarte hacía el cachorro y dejar un dulce beso sobre su cabecita.

Loki levantó la cabeza para encontrarse con tú mirada, mientras meneaba la cola con rapidez, ladró contento, lo que te parecía realmente tierno.

-Tú mamá es linda ¿No, Loki? -Dijo Joseph mientras volvía acariciarlo.

-Él dice que si. -Asentiste.

-Lo eres, amor. -Responde Joe para inclinarse hacía ti y depositar un sonoro beso sobre tu mejilla, su bello facial te hacía cosquillas haciéndote sonreír.

Te alejas de él para ponerte en pie, en un intento de ir hacía la cocina, pero Joe te toma de la muñeca impidiéndote ir.

-¿Joe? -Volteas a verlo.

One Shots | Joseph Quinn/Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora