-Debes mantenerlo distraído. -Dijo Dustin mirándote seriamente.
Era cumpleaños de Eddie y querían hacerle un gran festejo en su casa, ya habían hablado con su tío, y mientras todos decoraban, traían el pastel y esas cosas a ti te tocaría distraer a Eddie.
El problema era, que vivías enamorada de Eddie, te gustaba y mucho, y era algo mutuo, solo que ninguno se animaba a decir nada.
-¿Por qué solo yo? Que alguien me ayude, sabes cómo es Eddie. -Le reprochaste a Dustin.
-Toma. -Dustin te entregó un radio. -En caso de emergencia Steve tendrá el otro radio ¿De acuerdo?
Lo miraste a él unos segundos y luego a la radio, para terminar asintiendo.
-Bien. -Sonrió Dustin. -Ya sabes, después de clases llévalo a donde quieras menos a su casa.
-De acuerdo. -Asentiste.
La última hora de clases la pasaste ideando un plan para mantener a Eddie alejado de su casa, lo que sería algo complicado, pues empezaría hacer preguntas, solo cruzabas los dedos para que no se diera cuenta de la sorpresa por tú culpa.
Al terminar la hora de clases fuiste casi corriendo en busca de Eddie, a quien encontraste en el estacionamiento.
-¡Eddie! -Lo llamaste.
Él se volteó con una sonrisa, al saber que eras tú.
-Hola muñeca. -Saludó él. -¿Qué pasa?
-Quería... em tengo algo... de lo que quiero hablar. -Dijiste algo indecisa, mientras a lo lejos veías a los más chicos subiendo a sus bicicletas.
Mike y Dustin levantaron un pulgar en tú dirección.
-¿Está todo bien _____? -Dijo Eddie preocupado.
-Sí ¿Tienes tiempo?
-Claro ¿Quieres ir a mi casa? Mi tío no... -Pero lo interrumpiste.
-¡No! -Dijiste con rapidez.
Eddie te miró aún más preocupado.
-Quise decir que no, que podríamos ir a mi casa, si no te molesta.
-Está bien. -Sonrió él un poco. -¿Vamos? -Eddie hizo una pequeña reverencia hacía su camioneta.
-Claro. -Sonreíste un poco.
Se te acababa de ocurrir una idea genial, el problema era como hacerlo.
-Eddie. -Lo llamaste.
Él se volteó para ponerte atención.
-Creo que olvide mi abrigo en el salón de biología. -Mentiste, esperando que Eddie se ofreciera a ayudarte.
-Yo iré por él preciosa, no te preocupes. -Dijo animado. -Ve a la camioneta y espérame ahí. -Agregó mientras te entregaba las llaves de la camioneta.
Viste como desaparecía de tú vista cuando entró a la escuela, así que corriste a la camioneta y abriste la puerta del conductor, buscaste algunos cables en la parte de abajo para desconectarlos, algo te había enseñado tú padre alguna vez, cuando lo lograste corriste a subir al lado del copiloto y poco después se abrió la puerta del conductor, dejando ver a Eddie.
-No lo encontré. -Hizo Eddie una mueca. -Y luego me echó de ahí el conserje.
-No te preocupes, ya mañana lo buscaré.
Eddie intentó encender la camioneta, pero esta no respondió, lo volvió a intentar de nuevo con el ceño fruncido.
-¿Todo bien? -Preguntaste.
