-George me preguntó por ti. -Alessia se acercó a ti, susurrando esto cerca tuyo.
-No me interesa George. -Sonreíste mirando por encima del hombro de Alessia.
-¿Quien te tiene tan distraída? -Alessia volteó.
Joe y Wesley acababan de entrar a la fiesta de Alessia.
-Es un idiota, pero algo tiene. -Miraste a tu amiga.
-Pues, solo idiotas te gustan.
Volteaste los ojos.
-Iré a hablarles. -Tomaste dos tragos que estaban servidos en la barra del lugar.
-Buena suerte.
Te acercaste decidida hacia los dos chicos, ambos pusieron su atención en ti en cuánto te vieron. Le entregaste uno de los vasos a Wesley, quien lo tomó sin reclamos. Joe te miró enarcando una ceja.
-Lo siento, olvidé quien eres. -Miraste a Joe.
-El chico a quien le robaste mil dólares, ¿te suena?
-Um, no. -Negaste y le diste un largo sorbo a tu bebida.
-Discúlpalo, puede ser un poco inmaduro a veces. -Comentó Wesley en tono divertido.
-Se supone que eres mi amigo. -Joe lo miró. -Se supone.
-Iré por otro trago, ¿quieres uno, malhumorado? -Lo miró Wesley.
-Sí. -Asintió.
Wesley se alejó hacia la barra, en busca de un par de tragos más.
-¿Y bien, solecito? ¿Cuando mejorará tu humor?
-Cuando dejes de llamarme así. -Te miró.
Sonreíste.
-No lo haré. -Negaste. -Creo que a Wesley se le olvidó tu trago. -Miraste a lo largo a su amigo, hablaba con una chica.
Joe volteó los ojos.
-¿Cuanto dinero debo darte para conseguir un trago? -Él te miró.
Sonreíste con diversión.
-Ven. -Estiraste tu mano para tomar la de él.
Joe odiaba admitirlo, pero sintió electricidad ante tu toque. Le parecías realmente curiosa. Quería saber más sobre ti. Así que se dejó llevar. Quería averiguar más sobre ti y lo que pensabas sobre él.
Lo arrastraste hacía una de las habitaciones, era una de las casas de la familia de Alessia, porque lo que ya tenias casi una habitación donde siempre te quedabas.
-Bonita habitación. -Comentó Joseph, mirando el lugar atentamente.
-Lo es. -Murmuraste, acercándote a una pequeña mesita donde te pusiste a preparar dos tragos. -¿Hielo? -Preguntaste, sin voltear a verlo.
Joe desvió su atención hacia ti, estabas de espaldas hacia él. Te miró de arriba a abajo, y le pareció que aquel corto vestido te quedaba genial, ¿habría algo que te quedara mal?
-Eh, si. -Respondió por fin Joe, luego de aclarar su garganta.
Sonreíste un poco.
Lo tenías donde querías.
Tomaste los dos vasos y te volteaste hacia él, acercándote y estirando uno de los vasos hacia Joe; él no dudó en tomarlo.
-Salud. -Dijiste y le diste un largo sorbo a tu trago.
Joe hizo lo mismo.
Diste un paso hacia él, mirándolo atenta. Te parecía un idiota arrogante desde que lo viste por primera vez en persona, pero no podías negar lo atractivo que era; tenia algo que te atraía casi magnéticamente.