Mal padre|Eddie Munson

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De niña siempre fuiste la princesa de tú padre, te daba todo lo que siempre quisiste, daría lo que fuera por ti, ir de compras, buscar comida, lo que sea, siempre y cuando tú hermano y tú madre los acompañarán.

Eran la típica familia feliz, amabas eso, apreciabas muchísimo aquellos recuerdos, pero eran eso, solo recuerdos.

Tú madre murió cuando tú hermano Billy y tú aún eran muy jóvenes, eran niños aún, te dolió muchísimo su partida, pero sabías que Billy tenía un lazo mucho más fuerte con ella, lo oías llorar por horas en su habitación, recordabas que ibas a hurtadillas durante las noches largas, te adentrabas en su habitación, simplemente a reconfortarlo, sin mucho éxito en realidad.

Por otro lado, sabías que tú padre también había sufrido aquella pérdida, y fue cuando empezó alejarse de ambos, te dolió muchísimo aquello, fue cuando muy joven te diste cuenta que empezó a perder el interés en ti, su ausencia emocional la llenaba con cosas materiales, recompensado así todas las veces que intentaste hablar con él, pero simplemente no te escuchaba, empezó a perderse tus presentaciones escolares, o tus competiciones de animadora, ya habían dejado de celebrar el día del padre.

Aprendiste apoyarte en Billy, y él aprendió a apoyarse en ti, no tenías idea de qué hubiera sido de ti si no hubiera estado ahí para ti en tú niñez.

Todo fue empeorando cuando ambos entraron en la escuela secundaria, su padre trabajaba todo el día, pasabas la mayor parte del tiempo sola en casa, Billy empezó a llenar sus vacíos con fiestas y chicas, aunque nunca te descuidó, tenías que entenderlo también, él batallaba su propia lucha.

Todos los días eran iguales, despertabas, desayunabas, ibas con Billy en su auto a la escuela, ibas a alguna de tus prácticas de animadora, volvían a casa, te duchabas, Billy se despedía de ti (la mayoría de veces salía con alguna chica) comías algo, hacías las tareas y te ibas a dormir, así se repetía el ciclo cada día, simplemente no veías rastro de tú padre.

Ya ni si quiera lo veías los fines de semana, fue cuando tiempo después empezó a salir con una mujer, Susan, te daba igual la verdad y a Billy también, de hecho esperabas que ella lo hiciera cambiar de nuevo, pero no lo hizo, era igual de odioso contigo y tú hermano.

Con el tiempo se casaron y por algunos problemas, se mudaron a Hawkins, Susan tenía una hija, Maxine, te agradaba mucho, aprendiste a quererla y apoyarla, sentías la necesidad de que no pasara por lo que tú habías pasado, a Billy no le agrandaba mucho o bueno, eso decía, sabías muy bien que mentía, Max era como ustedes, se entendían muy bien, pero tú padre puso mucha responsabilidad sobre ustedes solo por agradar a Susan, y eso a Billy le molestaba mucho.

Con el tiempo conociste a un chico con quien empezaste a salir, Eddie Munson, lo querías y mucho, a veces te sentías una molestia para él, pues intentabas pasar la mayor parte del tiempo junto a él; aunque a Eddie eso no le molestaba en lo absoluto, le encantaba estar contigo siempre que pudiera.

Llegó un momento de la relación donde Eddie quería conocer a tú padre, conocía Susan, pero al final ella no era tú madre, así que no sentías ninguna obligación de que le agradara, aunque así había sido.

-Me alegra como te trata ese chico ______. -Comentó Susan una noche en la que Eddie te había dejado en casa.

-Sí. -Murmuraste. -A veces pienso que no lo merezco. -Admitiste.

Te encontrabas lavando los platos junto a ella, hacía poco habían cenado, aunque solo tú, Max y Susan.
Tú padre no había vuelto del trabajo y Billy, bueno, no sabías donde diablos andaba metido.

-Es el friki de la escuela. -Comentó Max en tono divertido, aún se encontraba cenando en la mesa.

Secaste tus manos mientras la mirabas mal.

One Shots | Joseph Quinn/Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora