Mi amigo Wesley|Joseph Quinn

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•Final•

La ira de Wesley no desapareció ni un poco. Fue tan fuerte como cerró la puerta de tu departamento como ahora que presionaba el botón del timbre del departamento de Joe.

Era el tipo de rabia que te hacía morder los labios con fuerza o apretar las uñas sobre la palma de la mano, y Wesley se encontraba presionando el timbre una y otra ves, para darle a entender de una vez a Joe que estaba molesto.

Sin que Wesley lo supiera le habías dado a Joe un pequeño aviso, ya que te preocupaban las amenazas que Wesley había mencionado antes, pensaste en enviarlo porque tal vez ayudaría en algo a ambos.

Le mostré a Wes tú mensaje, pensé que debía avisarte.

Cuando Joe abrió la puerta, estaba listo para encontrarse con Wesley, sosteniendo su teléfono sobre el rostro de él, mostrándole el mensaje que le habías enviado. Inmediatamente el pecho de Wesley se desinfló al verlo.

Wesley pensó en que eras demasiado amable para este mundo, con un corazón demasiado puro. Lo hizo sentir mal el hecho de haber lanzado tu puerta con fuerza y fue cuando sintió una nueva ola de energía, porque realmente creía que eras demasiado dulce y amable para este mundo, lo que hacía aún peor que Joe te hubiera lastimado.

Además de hacerlo sentir aún más protector contigo, tú texto también reveló algo a Joe que sólo las palabras escritas. Había mucho que leer entre líneas, y el hecho de que decidieras no enviarlo al chat grupal que Wesley había hecho, si no que lo habías enviado por separado, al chat privado de Joseph, también decía mucho.

-¿Deberíamos ser solo amigos? -Disparó Wesley, mientras empujaba a Joe a un lado para entrar en el departamento.

-Sí. -Dijo Joe. -Deberíamos. -Elevó las cejas mientras miraba a su amigo y Wesley no podía creerlo.

-Si mi memoria no me falla. -Wesley lanzó su abrigo sobre el sofá para luego enfrentarse a Joe. -Te dije que no arruinaras esto ¿No te dije que no lo arruinaras?

-No lo hice. Somos amigos. -Joe sabía que estaba mintiendo, pero era la única defensa que tenía.

-¿Estás seguro?

-Claro. -Se encogió de hombros, nunca había sonado más inseguro en toda su vida.

Intentó parecer casual, paro que no pareciera la gran cosa, ansioso por calmar la situación porque lo último que quería era pelear con Wesley.

-Los amigos no dicen, seamos amigos, y luego no envían mensajes ni llaman durante casi una semana ¿cierto?

Joe solo podía escuchar.

-Los amigos se disculpan por las cosas de mierda que hacen y se cuentan sobre todo, ¿cuándo me ibas contar sobre esto? Nunca le habría enviado ese estúpido vídeo, jamás lo habría hecho, ¡me hiciste ser un mal amigo para ella! Por culpa de tu comportamiento idiota, ahora soy un mal amigo. ¿Qué mierda sucede contigo, Joe? ¿Estás feliz con todo esto?

Joe sabía que la pregunta no estaba destinada a ser respondida, Wesley solo necesitaba sacar su ira de ebrio, dar un paseo por la sala de estar del departamento de Joe mientras le gritaba durante un rato.

Así que Joe lo dejó hacerlo.

-¡¿Y para qué?! -Alzó la voz. -¡¿Por qué razón?!

-¡Tuve que hacerlo! ¡Por ti! -Se defendió Joe de repente. -Ella estaba consumiendo todo mi tiempo, y se interpuso entre nosotros, ¿no?

Wesley le dio una mirada de total incredulidad antes de reír en voz alta, una risa amarga, casi más como un sollozo.

-Ella no se interpuso entre nosotros, ¡tú lo hiciste!

One Shots | Joseph Quinn/Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora