Perfecta|Joseph Quinn

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-¿Qué diablos es todo esto?

Al principio había sido un poco divertido.

Señalabas con entusiasmo a la gente que tomaba fotos, y Joe te volteaba a ver con ternura, antes de volverse para sonreír a quien alguna vez lo había reconocido. Se había convertido en un fenómeno reciente con el que habías tenido que aprender a lidiar, y te llevo un tiempo acostumbrarte.

Antes Joe había sido reconocido solo algunas veces cuando habías salido con él, donde se acercaban porque lo habían visto en alguna obra de teatro y solo querían acercarse a decírselo. No había fotos. Nada de eso. Solo una buena charla.

Te fascinó cuando algunos chicos se empezaron a acercar más seguido a él, como ese día, en un supermercado, un miércoles por la tarde. Lo abrazaban alrededor de tres chicas, junto al pasillo de los cereales, y tu fingías ser invisible, alejando el carrito mientras seguías con las compras. Lo abrazaban con tanta fuerza, su aliento se escapaba de su pecho mientras posaba para tomar fotos con teléfonos que se encontraban en algunas manos temblorosas.

A Joe no le importó. Siempre hacía tiempo para todo.

Joe era genuino, algunas veces era muy reconocido en lugares y a veces no esperaba serlo, pero estaba muy agradecido por eso. Significaba que estaba haciendo algo muy bien.

Te habías sorprendido cuando descubriste que la gente estaba hablando sobre unas fotos que habían sido republicadas, que fueron sustraídas de tus páginas de redes sociales. Habías sido rápida en privatizar todo, pero las personas se terminaron saliendo con la suya, estabas segura de eso.

Fue cuando la gente empezó a dar su propia opinión.

"¡Joseph puede pasar el rato con una chica sin tener que salir con ella!"

"¡Oh, ella literalmente es su hermana!"

"¡Es su agente!"

Enviaste esas capturas de pantalla a Joe por WhatsApp, añadiendo: "mi querido amigo" y "mi hermano cercano", junto con algunos emojis de corazón.

A lo que él respondió con otros emojis con burla.

Cuando habían sido menos cuidadosos; se habían besado una vez fuera de un McDonalds a altas horas de la noche, y ahí fue cuando confirmaste lo mucho que se hablaba de Joe. Ambos habían estado bebiendo, y habían estado muy contentos con su pequeña caja de nuggets de pollo, alimentando a Joe con pequeños bocados mientras fumaba un cigarrillo.

Joe te había besado, y tú te habías reído con ganas porque todavía tenía algo de pollo en la boca. Las fotos y vídeos tuyos empezaron aparecer, una vez cuando caminabas por la calle, o una vez en un restaurante, luego algunos autos pasaban muy cerca de ti y todas esas cosas.

Durante una semana completa, las personas más cercanas a ti no pudieron dejar de enviarte capturas de pantalla siempre que encontraran alguna foto tuya. De hecho, ¡te habían gustado las fotos! Te gustó mucho lo que habías estado usando esa noche y Joe había usado su traje marrón, solo unas lindas fotos de una linda pareja en una salida juntos.

Joe te había dicho que dejaras de buscar fotos en línea, sabiendo que no todo el mundo sería amable. Y tenía razón. Las cosas con las que te encontrabas algunas veces te desconcertaban, y te perdías por horas, escondida detrás de la pantalla de tu teléfono o computadora. No habías dejado que Joe lo viera, pero algunas personas eran despiadadas. No había forma de que hubieras podido predecir la broma en la que te habías convertido en línea.

"No es nada linda."

"Joe es un hombre apuesto, ¿cómo esto es justo para él?"

"Tiene las tetas demasiado pequeñas jajaja."

One Shots | Joseph Quinn/Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora