One Shots | Joseph Quinn/Eddie Munson

Estoy soñando|Eddie Munson

Viernes 2:45 pm

Clase de historia

Eddie miró su reloj en su muñeca, solo 30 minutos más hasta que suene la última campana y finalmente pueda ir al club Hellfire. ____, una de sus amigas más cercanas, tomo asiento a su lado, ella dio un suspiro y mordió su labio inferior mientras se perdía en sus propios pensamientos.

Eddie te mira durante un minuto antes de escribir algo en un trozo de papel, después lo dobló por la mitad y lo empujó hacía ti.

Cuando golpeó tu mano, volviste a la realidad.

Oye, ¿qué pasa?

Frunciste el ceño y sacaste un bolígrafo para escribir una respuesta. Lo doblaste de nuevo y se lo pasaste a Eddie, con cuidado de que el profesor no los atrapara.

Eddie lo abrió con toda prisa, con curiosidad por saber cuál sería tu respuesta.

Problemas de chicos :(

Eddie dio un suspiro desesperado. Problemas de chicos. Siempre eran problemas de chicos. Parecía que casi tenías el mismo problema una y otra vez y Eddie siempre estaba ahí para arreglar tu corazón roto. Ni una sola vez se alejó.

¿Otra vez?

Él dobla el papel y lo desliza de vuelta a la chica del corazón roto. Lo lees y comienzas a escribir la respuesta.

Sí, lo mismo de siempre. Debería haberlo visto venir.

Terminas de escribir, pero tú bolígrafo aún está sobre el papel. Como si quisieras escribir algo más, pero decides dejar de escribir y solo le pasas el papel a Eddie.

En ese momento, una idea aparece en la cabeza de Eddie.

¿Quieres venir esta noche?

Sonríes mientras lees la nota.

Definitivamente <3

Eddie sonríe al pensar que vendrías después al club. Él te amaba. Era así de simple. Pero no eras suya, así que él te amaba desde la distancia.

Le dolía verte con otra persona, sentía un dolor en su corazón cada vez que reías de la broma de otro chico, con esa risa suave que llenaba sus sueños, pero lo que lo enfermó físicamente durante días fue cuando te vio besar a otro chico. Su estómago se retorció. No pudo evitar sentir ganas de llorar. Era cierto que te amaba, pero quería que siempre fueras feliz, que siempre obtuvieras lo que deseabas.

Por fin suena la campana, Eddie es sacado de sus pensamientos cuando los estudiantes comienzan a irse e ignorar al profesor que estaba divagando sobre la tarea.

Tomas tus cosas para luego dirigirte hacía Eddie, quien ya estaba de pie junto a ti esperándote pacientemente. Él extiende su brazo para que lo tomes.

-¿Podrías, por favor, hacerle a este solitario joven el honor de acompañarlo al último día de mi sádica campaña? -Dice con voz chistosa.

Te ríes de él y extiendes tu mano para tomar su brazo, hasta que tus ojos se vuelve aburridos cuando cruzas miradas con tu ex. Él se detiene y los mira de arriba hacia abajo para luego reírse.

-Siempre supe que eras un bichó raro. -Murmura, su grupo de amigos ríen y se alejan.

Estas ahí de pie, con los ojos llorosos y avergonzada.

Debería haberlo golpeado. Piensa Eddie, con la sangre hirviendo. Todo el odio que tenía por él salió en un momento. Se voltea a verte y su ira desaparece en cuestión de segundos. Eddie extiende la mano para correr un mechón de cabello de tu rostro.