•Parte 2•
ADVERTENCIA Contenido +18-No. -Respondiste.
A Eddie se le escapó una pequeña sonrisa juguetona mientras se volvía abalanzar sobre tus labios, profundizando el beso, mientras tus dedos se enredaban en su cabellera desordenada.
Él deslizó su lengua sobre tus labios respondiste abriendo tú boca, invitándolo a entrar, chocando su lengua contra la tuya, retorciéndose y saboreándose él uno al otro, después de un largo momento ambos rompieron aquel beso para recuperar el aliento.
-Dios eres tan adictiva. -Murmuró él deslizando sus manos bajo tú falda, empezando a juguetear con tú ropa interior.
-Me alegra saber eso. -Respondiste en un murmullo.
Sus labios se volvieron a encontrar, las manos de Eddie tomaron tú cadera, aún por debajo de la falda, presionando su entrepierna contra ti, provocando que gimieras sobre su boca.
Sentiste de inmediato su creciente erección a través de sus pantalones, la fricción que él mismo provocaba hizo que te separaras del beso para suspirar, Eddie aprovecho aquello para enterrar su cara sobre tú cuello, dejando besos húmedos sobre tú piel.
Eddie por fin subió una de sus manos por debajo de tú blusa, pudiste sentirlo sonreír sobre tú piel, al sentir con sus dedos el delicado sujetador que escogiste usar ese día.
Te retiras un momento, mirándolo con deseo y él con lujuria, Eddie quito con rapidez su chaleco de mezclilla junto con su chaqueta de cuero, tirándolos a un lado, tomaste su camisa para ayudarlo a quitársela por encima de su cabeza.
Seguidamente él te ayudo, tomando el dobladillo de tú blusa, retirándola de igual manera por encima de tú cabeza, lanzándola también a un lado.
Él se tomó un momento para admirarte, aún con sujetador, lo que provocó que te sonrojaras.
-Dios ______, eres preciosa. -Murmuró y de inmediato desajustó tú sujetador con gran habilidad.
Se acercó a tus pechos desnudos, mordiendo, besando y deleitándose de ti, disfrutaste cada segundo de su lengua sobre tú piel.
-Dios Eddie, te deseo. -Jadeaste, mientras enterrabas tus uñas sobre sus hombros desnudos.
-¿Sí, cariño? -Respondió él con voz ronca, sin dejar de besar tus pechos. -Te haré sentir muy bien está noche.
Eddie por fin hizo a un lado tú ropa interior, dándole acceso a tú intimidad.
-Estás tan mojada. -Gimió él mientras deslizaba uno de sus dedos dentro de ti, alejándose de tus pechos para encontrarse con tus ojos. -¿Todo esto para mí?
-La verdad he fantaseado con esto varias veces. -Admitiste jugueteando con su cabello.
Eddie jugueteó con sus dedos, está vez solo deslizando sus dedos a lo largo de tus labios, mirándote con diversión, mientras te estremecías ante su tacto delicado.
Retorciste tus dedos sobre el collar que traía el sobre su cuello, mientras te inclinabas hacía él, acercándote al lóbulo de su oreja, fue cuando su pulgar encontró tú clitoris, empezando a moverlo en círculos suaves, ganándose un gemido de ti, Eddie gimió de solo escucharte.
Sumergió de nuevo uno de sus dedos dentro de ti, fue cuando metió sus dedos entre tú cabello, agarrándolo con fuerza, para tirar suavemente de él, provocando que lo miraras a los ojos.
-No puedo esperar a estar dentro tuyo, cariño. -Dijo él mirándote enloquecido.
Él desliza un segundo dedo dentro de ti, imitando brevemente tú cara, mientras tú boca forma una pequeña "O".
-Pero primero quiero probarte. -Mencionó para luego bombear sus dedos dentro de ti varias veces, sacó su mano por debajo de tú falda, al lo cual protestaste ante la pérdida.
Seguidamente se llevó ambos dedos a su boca saboreando y gimiendo con placer.
De pronto te tomó de la cintura, acostándote sobre el sofá, para luego inclinarse sobre tus labios para besarte con deseo, mientras por fin empezó a deshacerse de sus propios pantalones con habilidad, para luego de un solo tirón deshacerse de tú falda.Eddie comenzó arrastrarse sobre ti dejando pequeños y delicados besos sobre tú piel, deteniéndose un momento en tus pechos, para dar una delicada atención a ambos, para luego continuar bajando sobre tú abdomen, sin dejar de besar delicadamente tú piel.
Él deslizó con delicadeza tú ropa interior hacía abajo, se acomodó entre tus piernas, recostándose sobre su abdomen, mientras mordisqueaba y besaba la parte interna de tus muslos, Eddie te miraba mientras deslizaba su lengua sobre ti y la colocaba sobre tú clitoris.
Te arqueaste sobre él, gimiendo en voz alta.
-Mhm... por favor. -Murmuraste.
Eddie sonrió diabólicamente alejándose un poco de ti.
-¿Por favor qué, princesa? -Se burló él. -Quiero oírte decirlo.
-Quiero sentirte Eddie, por favor. -Respondiste.
-Esa es mi chica. -Dijo él y acto seguido te recompenso con algunas lamidas, tomó con fuerza tus muslos, mientras movía su lengua en un ritmo que te hacía gritar.
-Mierda, Eddie. -Gemiste mientras enrollabas tus caderas, instintivamente contra su cara, bajaste una de tus manos para enredarla en su cabello alborotado, mientras la otra se deslizaba sobre una de sus manos que se encontraba sobre tus muslos, entrelazado tus dedos con los de él.
-Por favor... no pares. -Suplicaste.
En poco tiempo llegaste al orgasmo, todavía tomando el cabello de él, cuando por fin tú clímax había pasado, sueltas a Eddie.
Él deposita un pequeño beso sobre tú muslo, luego subió hacía ti, admirando tú expresión, empujaste con suavidad su cabello hacía atrás, Eddie te mira satisfecho, por fin baja una mano para quitar su última prenda, lanzando su ropa interior en algún lado del lugar.
Él levanta tus caderas ligeramente, alineándose a tú entrada, por fin entra en ti, ambos soltando un jadeo, rodeas su espalda con tus brazos, tomas un momento para adaptarte a él, poco después él empieza a moverse dentro tuyo, ambos disfrutando de la fricción, en la que él aumentó los movimientos con rapidez.
Eddie tomó tú cuello, mirándote como si estuviera pidiendo permiso, asentiste repetidas veces, a lo cual el sonrió con picardía, aumentando aquellos movimientos, hasta que por fin llegaste alcanzar el orgasmo tan deseado.
Segundos después lo escuchaste gemir, lo cual te encanto y te hizo saber que él también ya estaba llegando, lo escuchaste gruñir con placer, indicando que por fin había llegado al clímax, mientras presionaba ligeramente tú cuello.
Respirando fuertemente se derrumbó sobre ti suavemente, intentado no aplastarte con su peso.
-Dios, eso fue increíble. -Dijiste mientras recuperabas el aliento.
-Llevó queriendo hacerlo contigo desde hace un año. -Suspiró él, levantó la mirada para observar tus ojos.
-¿Qué? -Lo miraste divertida.
-Vamos ______, te pusiste buena, obviamente pensaba en ti de otra manera. -Sonrió él divertido. -Pero sé que somos amigos.
-Dijiste que a la mierda nuestra amistad. -Acariciaste suavemente su mejilla.
-Sí. -Admitió él. -Ya no quiero que seamos amigos. -Murmuró él. -Quiero cuidarte... -Dijo mientras acariciaba tu mejilla morada. -Quiero pasar las tardes contigo, y por amor al cielo, saldré contigo hacer deporte si así lo deseas, pero no quiero verte llorando de nuevo por ese estúpido grupo de animadoras.
Lo miraste atentamente a sus ojos marrones y no pudiste evitar sonreír.
-De acuerdo. -Acomodaste un poco su cabello hacía atrás. -Oye.
-¿Sí?
-Creo que ya deberías llevarme a casa.
-De acuerdo. -Asintió él. -Tal vez de camino tengamos fuerzas para otra ronda. -Dijo en tono divertido.
Reíste ante su comentario.
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One Shots | Joseph Quinn/Eddie Munson
FanfictionOne Shots de Joseph Quinn/ Eddie Munson.