•Parte 1•
-Oye _____, siéntate hoy con nosotros. -Dijo Dustin, quien llevaba en sus manos la bandeja del almuerzo.
Miraste la mesa donde se sentaban siempre Dustin y Mike, luego los miraste haciendo una mueca y negando con la cabeza.
-No, iré con Max.
-Ya deberían llevarse bien tú y Eddie. -Intervino Mike. -No entiendo como es que se odian tanto.
-Porque es un estúpido. -Explicaste, mirando de reojo a Munson.
-Sé que estás hablando de mí, pequeña idiota. -Eddie entrecerró los ojos.
-Esa era la intención, gran imbécil. -Lo miraste.
-Yo no quiero que se siente aquí. -Eddie miró a Dustin y Mike.
-No me sentaría contigo ni aunque me pagaran, Munson. -Lo miraste mal.
-¡Ya basta! -Intervino Dustin. -____ irá con Max, no te preocupes. -Miró a Eddie.
Eddie te miró sonriendo con suficiencia.
-Solo te quieren por tú estúpido juego de calabozos y no sé qué, a mi me quieren solo porque soy yo.
-Calabozo y dragones. -Te corrigió Eddie. -Yo les agradó más, por algo almuerzan junto a mí.
-Invitamos a _____, pero no quiere. -Explicó Mike, llevándose una mala mirada de parte de Eddie.
-Ya chicos. -Suspiró Dustin.
-Nos vemos. -Sonreíste a Mike y Dustin. -A ti no te quiero ver. -Miraste a Eddie un momento para luego alejarte algunas mesas, donde estaba Max almorzando.
-¡Ni yo a ti! -Escuchaste a Eddie gritar.
-¿Qué tal Max? -Saludaste a tú amiga una vez que tomaste asiento.
-Parecen niños, tú y Eddie. -Te miró.
-Él es el que empieza. -Volteaste los ojos.
-¿Sabes que pienso?
-¿Qué?
-Que le gustas. -Rió Max.
-No digas esas maldiciones Maxine. -Negaste con la cabeza.
De pronto sentiste como algo pequeño, pero un poco doloroso, te pego en la parte de atrás de tú cabeza, volteaste frunciendo el ceño y viste a Eddie con una sonrisa tonta en su rostro, hizo un movimiento con su mano, saludando con orgullo.
-No vayas hacer nada _____. -Dijo de pronto Max.
-No me voy a quedar sin hacer nada, Max. -La miraste.
-Eso es lo que él quiere.
-Y eso le voy a dar.
Eddie ya había perdido interés en observarte, te había lanzado una uva, lo que para él había sido una gran broma, pero decidiste duplicar aquella estúpida broma.
Tomaste tú refresco y caminaste hacía la mesa de los chicos, pero fuiste por detrás de Eddie, los chicos al notarte sonrieron divertidos, por otro laso Dustin negó lentamente con la cabeza, pero muy tarde, habías derramado tú refresco en la cabellera de Eddie.
Este último salto de su asiento y se volteó, te miraba furioso, tú por otro lado sonreíste.
-Te aguantas, tú empezaste. -Lo señalaste.
-¡Fue una uva! -Protesto.
-No me importa, me dolió.
-¡Ah! ¿Te dolió? -Preguntó con sarcasmo.