Las voces llegan a ti, arrastradas por el viento. Los gritos apagados, como los gritos en el verano; tu cuerpo se desplomó temblando sobre la tierra.
Tus manos, tratando de calmar una herida que nunca se curaría, sangre espesa pegada en tus dedos y palmas; intentado revertir su trayectoria, empujarla de nuevo hacía él.
En el suelo, a tu izquierda, el niño más joven se sienta llorando en silencio, pero tan despierto como lo había estado cuando había gritado tú nombre en el cielo oscuro, cuando había rogado que te apresuraras, que corrieras más rápido, que lo ayudaras.
Impulsada por el terror, habías corrido. Más rápido de lo que nunca habías corrido jamás, tropezando y patinando por la tierra y tropezando con los cuerpos de las criaturas caídas mientras te obligabas a avanzar, incluso cuando tus piernas y pulmones gritaban y se quemaban por el esfuerzo. Ya había sangre en tu brazo, una profunda mordedura a través del músculo y la piel y a través de de las gruesas capas de exceso de ropa que te habías colocado más temprano ese día, cuando Eddie te había ayudado a vestirte.
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Saliste de la casa rodante, acercándote a Eddie, miraste al resto del grupo que se encontraban practicando y preparándose para los horrores que ahora eran demasiado reales, Eddie te llevaba al bosque que bordeaba el campo en el que Steve había estacionado.
-¡Ed! Eddie, ¡para! ¿donde estamos? -Lo seguiste, tropezando con tus propios pies mientras los árboles se los tragaban a los dos, la brillante tarde se oscureció mientras las ramas y hojas bloqueaban el cielo.
De pronto él tenía una mano sobre tu boca y tu espalda contra un árbol antes de que pudieras decir algo más, sus ojos oscuros solo reflejaban miedo, y desde sus dedos contra tus labios podías sentir el golpeteo de su corazón acelerado.
Él agitó su mano hacía el campo, Dustin y Steve gritaron mientras practicaban alguna cosa.
-...solo van a empeorar las cosas.
Le habías agarrado la muñeca, alejando su mano de tu boca y deslizando tus dedos entre los suyos, manteniéndolos firmes mientras levantaba la cabeza para encontrarse con tu mirada.
-Puedes hablar conmigo, Eddie ¿Cuánto tiempo hace que somos amigos? ¿Mejores amigos?
-Desde el tercer grado. -Sonrió, un rayo de sol iluminó sus ojos marrones.
-Tercer grado. -Afirmaste. -Pase lo qué pase, lo superaremos, ¿de acuerdo? Siempre lo hacemos.
******
Es Robin quien se hace cargo una vez que llegan los demás. Parte de ustedes esperaba que Steve liderará, porque siempre lo hacía, pero en su lugar, son sus brazos los que te levantan y te alejan de Eddie; Nancy hizo lo mismo con Dustin. Ambos los arrastraron lejos de él, mientras Robin se arrodillaba al lado de Eddie, con dedos rápidos empezó a contar la profundidad de sus heridas mientras abría su camisa.
Robin comenzó con RCP, mientras Dustin lloraba sobre el hombro de Nancy.
-Robin, para. -Tú voz era ronca, tú corazón se rompía a sí mismo.
Ella no te presta atención.
-Rob... Robin, por favor... -Suplicas a través de los dientes apretados y los gritos agonizantes. -Le estás haciendo daño.
-Tengo que intentarlo. -Siseó ella, llevando sus labios hacía él mientras respira aire desperdiciado a sus pulmones.
La voz de Steve era más suave; sus brazos estaban apretados a tú alrededor, intentando contener tu temblor para que no te derrumbaras en el suelo.
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One Shots | Joseph Quinn/Eddie Munson
FanfictionOne Shots de Joseph Quinn/ Eddie Munson.