Estás en tu camerino. Nerviosa. Llena de ansiedad, pero haciendo todo lo posible para mantener una respiración estable y mantener la calma. Ginger, tu la encargada del guion, acababa de charlar contigo; habían estado revisando algunas de las páginas del guion, en general una escena algo subida de tono. Le habías mencionado tus preocupaciones, nada importante, solo que nunca habías hecho una antes y la posibilidad de tener que hacerlo frente a la gente, y ¿con Joe?
Guau.
Cuando habías leído el guion, no te importó. Todo estaba muy bien escrito, y los nombres de las páginas no tenían caras. Cuando tuviste que hacer lecturas con un par de actores para el papel durante las audiciones, habías escaneado atentamente la habitación y le habías agradecido al cielo en silencio, por no haber encontrado a ninguno de ellos lo suficientemente atractivo como para que fuera algo raro. Imagina tener que hacer contacto visual directo con alguien que realmente no te gustaba, con una larga mesa llena de personas observándolos.
Lo peor.
Pero luego llamaron a Joe. El carisma que prácticamente goteaba este hombre era casi con demasiado, y tu aliento se había atrapado en tu garganta.
Todo resultó en cumplidos.
El director había "adorado lo que habías hecho con el personaje". Sabías que solo lo estabas haciendo por Joe, toda tu actuación literalmente era una reacción a lo que él había hecho, pero de igual forma habías sonreído y habías agradecido por las amables palabras.
Había un par de actores más que viste después de Joe ese día, pero todos los demás, con lo que habías hecho la misma escena, les faltaba algo. No había brillo en sus ojos. La tensión nunca se dio. Todo esto había provocado que obtuvieras el papel, y sabías que Joe también lo iba a conseguir.
Ginger te había preguntado si estarías dispuesta a leer algunas líneas con Joe, un par de horas antes, mientras preparaban el set. Todavía era algo temprano en la mañana, estabas fresca y lista para el cabello y maquillaje.
Tu café de la mañana no había ayudado, la cafeína y la falta de otros alimentos solo alimentaron tu nerviosismo. Por supuesto que estabas bien leyendo algunas líneas con Joe, hacerlo te haría sentir un poco más cómoda para el momento de tener que hacerlo en una habitación llena de gente, más tarde.
Una escena de sexo. Muchos besos. Manos sobre la piel, por todas partes. Habías entrenado para esto, sabías que estarías bien. Pero era con Joe, y estabas cada vez más enamorada, algo que intentabas reprimir.
Cuando Ginger y Joe entraron en tu camerino, abrazaste a Joe con un brazo, con los cuerpos alejados, mientras lo saludabas.
-Estoy muy nerviosa. -Admitiste, antes de decir cualquier otra cosa.
-Oh, yo también. -Joe frunció la frente y asintió con la cabeza. Te hizo reír, y estabas segura de que lo había dicho para que te sintieras más cómoda.
Tomaste asiento y giraste una de las páginas en el guion que Ginger te indicó.
Ustedes dos leen líneas, desde sus lugares, en sillas separadas, familiarizándose con cada una de las líneas escritas, haciendo anotaciones y algunas pausas. Joe tenía los ojos pegados a las páginas todo el tiempo, y te preguntaste silenciosamente si ya las había memorizado. Debe haberlo hecho; hoy estarían grabando. Así que tal vez si se sentía algo nervioso, y ese comentario no fue solo para aliviar tu ansiedad.
Ginger les pidió que volvieran hacer la escena, pero ahora incluyendo acciones. Básicamente estaba diciendo: "De acuerdo, ahora quiero ver besos".
Era un poco raro, definitivamente incómodo, solo siendo ustedes tres en una habitación. Pero habría sido más raro hacerlo sin Ginger ahí.
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One Shots | Joseph Quinn/Eddie Munson
أدب الهواةOne Shots de Joseph Quinn/ Eddie Munson.