52. Nace "Arauca-Cruceros"

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La reunión de la tarde en la Naviera se celebró con la ausencia de don Sebastián y de Marina. Ellos quedaron en la casa organizando, sobre plano, la disposición final de las dependencias en el edificio de la antigua Steiner. Sergio, a pesar del cuantioso trabajo que tiene pendiente, si ha sido requerido por el abuelo para la firma de los documentos, que harán a la familia Álvarez de Arauca, dueña absoluta de la Naviera destinada al ocio, más importante de Argentina navegando el Atlántico. La nueva compañía pasa a llamarse desde este momento "Arauca–Cruceros". Tras la firma y el brindis privado entre los socios mayoritarios, Diego se comunicó con Nicolás Alterio para ofrecerle la nueva gerencia. En un principio, obviando algunos comentarios esperanzadores, no recibió de él un sí rotundo a su propuesta, pero tampoco objetó demasiado y se interesó de inmediato por los entresijos de la compra. Para Diego, que cree conocerlo bien, eso quiere decir que, desde este momento y hasta que resuelva, estará considerando las ventajas e inconveniencias de aceptar el puesto que le ofrece. Seguramente, sus razonamientos lo van a llevar a decidirse por el sí, para volver a trabajar al lado del amigo. Él sabe que no lo va a dejar en la estacada y así se lo hace saber a su familia.

–Listo entonces –don Ramiro deja zanjado este asunto–. Podemos patentar nuestra presencia en La Plata.

–Seguro que sí, papá. Yo me encargo de eso –concluye Diego, ansioso por terminar de una vez con el problema de la ubicación.

En realidad ya no le interesa lo que queda por resolver en aquella reunión. Le urge regresar cuanto antes a la casa y aclarar algunos puntos que quedaron pendientes con Marina; aún a riesgo de una discusión que adivina acalorada. Desde que se presentó el nuevo problema creado por Valentina, con su idea de viajar con ellos a Mar del Plata, no han tenido ocasión de conversar a solas y cree que deben hacerlo antes de que el conflicto llegue a mayores. Ella tiene que entender su postura y, si de verdad lo ama, apoyarlo en lo que decida.

Como viniendo de lejos, oye la pregunta que le hizo su padre y, por un segundo, al oír su nombre, cree que le está hablando de otra mujer; distinta a la que él tiene en la mente en ese momento.

–Diego, mijo, ¿tú estás seguro de que la iniciativa que nos propone Marina es la adecuada para nuestros intereses? Es sumamente importante...

–Claro que sí, papá. No te quepa ninguna duda. Marina es la mejor en ese campo –dice, con un orgulloso que nada tiene que ver con las reflexiones que hizo un segundo antes; cuando se sintió resentido por la solapada discusión que tuvo con su hija en La Casona–. Ese problema está resuelto. Pero más adelante podemos ver que cuestiones son estimables para el cambio y eso se hace sobre el terreno.

–Está bien. Pongamos en marcha la "Arauca–Cruceros" entonces –señala Daniel que, sentado a su lado, palmea la espalda de su hermano, si bien no lo hace tanto para mostrarle su confianza por lo que se refiere a la nueva empresa, como apenado por lo que, presiente, será su mayor obstáculo en el futuro que pretende tener con Marina–. Pero la que se complicó fue tu vida personal, mijito –agrega con un deje de tristeza–. Te deseo toda la fuerza del mundo para bregar con ese chicharrón.

–¿Cómo es eso? ¿De qué complique hablas, tío? –averigua Sergio, ajeno a lo ocurrido en La Casona unas horas antes–. ¿Puedo saber?

–Pues sí, mijo. ¿Cómo te parece que Valentina decidió viajar a la Argentina con su papá, y quedarse a vivir con él? –le explica su abuelo con un deje de ironía, seguro de que la noticia lo va a sorprender.

–¿Me están mamando gallo? –sonríe, pero al ver que los demás no lo secundan, agrega–. A mi prima se le fueron las luces, déjame decirte.

–Pues sí –Daniel observa la reacción de su hermano, que da muestras de sentirse incómodo con el giro que tomó la conversación–. Esa carajita necesita algo, o a "alguien", que la ponga a madurar de una buena vez. Me parece que solo así va a dejar de montártela.

La Peor de Mis LocurasWhere stories live. Discover now