Goku & Caulifla - Corazón Saiyajin.

42: Dos caminos muy diferentes.

Mientras Kyabe y Renso discuten sobre las posibilidades de que realmente haya una mano misteriosa sobre los trágicos eventos acontecidos en Sadala...

Un par de horas después...

En el Séptimo Universo.
Caulifla y Kale exploran el planeta dando vueltas sin sentido alguno...
Las chicas sobrevuelan una autopista, bordeada por un bosque frondoso.

─Tengo hambre─ susurra Kale en pleno vuelo.

─Pero si nos comimos ese enorme pescado ─Creo que de todos los buenos para nada con los que hemos estado, todos han sido amables menos ese par de viejos soberbios y estúpidos...

Tras pensarlo por unos instantes Caulifla añade ─B-bueno, la verdad yo también tengo hambre, tantas peleas y entrenamientos de verdad que me abrieron el apetito hoy.

─Pero ese par de viejos, Vados y el otro ángel tenían que arruinarlo todo, ahora me duele la cabeza de tantos golpes ─¡No sabes cuanto los detesto!

Kale señala un lugar.
Lo que parece ser una estación de gasolina y un local donde venden comida a orillas de la autopista, con algunos vehículos estacionados.

─¿Abra comida en ese lugar?─ pregunta curiosa.

─Vamos a averiguarlo...─ dice Caulifla.

─Pero no tenemos con que pagar─ dice Kale.

─¿Desde cuando eso nos detiene?─ pregunta Caulifla.

─Pero n-nos dijeron que no nos metiéramos en problemas h-hermana...

Para ese entonces ya Caulifla estaría descendiendo en el lugar.

Kale desciende junto a Caulifla algo temerosa su hermana parecía de muy mal humor incluso mucho mas que de costumbre.
Sin duda el encuentro con Son Goku y Vegeta le afecto bastante.

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Caulifla termina por aterrizar en medio de los automoviles que esperaban para llenar combustible, mas atrás Kale la sigue en silencio.

─¡¿Que me ven?! ─¡¿Acaso nunca han visto a alguien volar?!─ exclama molesta, ante las personas que la miran con sorpresa.

Ignorando los murmullos de las personas añade ─En este planeta todos son unos imbéciles...

─Ademas este lugar apesta a algo químico, de seguro lo que le ponen a esas cosas para que funcionen, ni siquiera son mejores que las naves en Sadala...

Finalmente entra al pequeño establecimiento.
Ve varias personas sentadas en pequeñas mesas alrededor y se dirige a una de ellas.

─Oye─ le dice a un chico que esta concentrado en su celular para preguntarle luego ─¿Aquí tienen comida?

─No soy empleado─ murmura sin quitar los ojos del celular.

La saiyajin se lo arrebata y arroja al suelo, partiéndolo en pedazos.
El joven se levanta, enojado.

─¡¿Pero que haz hecho?! ─¡¿Sabes lo que vale?! ─¡Maldita loca!─ exclama atrayendo la atención de todos en el lugar.

Kale se sorprende y murmura para si misma ─Hermana... ¿Acaso t-tanto te afecto cruzarte con el?

─¿Así que maldita loca? ¿Eh?─ dice Caulifla, sin escuchar los murmullos de Kale.