Goku & Caulifla - Corazón Saiyajin.

63: Memorias de un pasado. [IX]

Otro par de horas mas tarde.

─¿Asi que este es el comedor de la prisión?─ murmura Caulifla cruzándose de brazos mientras entra a un enorme salón con mesas de cemento fijadas al suelo y una hilera de reclusos recibiendo comida en bandejas.

─Nos miran f-feo─ susurra Kale.

─Pfff no se porque, quizás porque somos niñas, vamos a buscar la comida por lo que veo no dan mucho y...

Viendo hacia los lados murmura con disgusto ─No hay oportunidad de escapar en esta área, veo muchos guardias...

Las dos irían formarse en la fila a esperar por la comida.
Minutos despues estarían sentadas juntas comiendo varios trozos de pan y una sopa muy aguada.

─Esto sabe f-feo─ susurra Kale con cara triste.

─Come Kale, tenemos que permanecer fuertes y con estas raciones tan miserables dudo mucho que permanezcamos asi por mucho tiempo...

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─¿Asi que eran las únicas niñas en esa prisión? Suena duro, debieron hacerse fuertes obligatoriamente─ murmura Goku serio y emanando su calor a la saiyajin.

─¿Al menos había alguien conocido con quien compartir?─ pregunta mirando hacia otro lado restándole importancia con su actitud y gestos.

─¡Ja! Viejo, parece que te interesa esta historia por alguna razón que desconozco, en ese momento no, no conocíamos a nadie y el único que nos hablaba sin dirigirse a nosotras de forma despectiva era el prisionero de la celda de en frente y encima todos tildaban de loco, en fin...

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El pasado.
Una semana despues.

En el mismo comedor a la misma hora de siempre.
Caulifla y Kale permanecían sentadas en un rincón, al menos nadie se acercaba a molestarlas ahí al contrario que si iban a las mesas con los demás reclusos.

─Kale, te lo juro ya me estoy volviendo loca, no veo la hora de salir de este lugar quisiera ver la luz de sol, respirar aire fresco─ le decía Caulifla mientras golpeaba el muro con fuerza sin lograr nada.

─Ni siquiera podemos entrenar en este lugar, esto es odioso...

─Caulifla, lo siento... Aun no puedo perdonarme que estés aqui por mi culpa─ dice Kale acercándose y apoyando su cabeza en el hombro de Caulifla.

─Mejor esto, saber quien es quien que vivir engañada, no puedo creer que hace una semana pensaba en unirme al ejercito como si nada, lo que es peor es que mi hermano es parte de toda esta basura, no sabes cuanto detesto eso ahora, no lo sabes de verdad─ murmura Caulifla tras un largo suspiro.

─Llevamos mas de una semana aqui... ¿Has visto a tu hermano en estos días?─ pregunta Kale.

Resignada la pequeña Caulifla le responde ─Si lo hubiera visto te lo hubiera dicho, ademas casi no nos hemos separado, pero el es parte del ejercito también y si es parte de ellos debe de saber sobre todo esto, de veras que odio todo ahora...

─¿Odias todo?─ pregunta otro prisionero acercándose.

─¿Inach? Yo te recuerdo, s-si eres tu el que nos regalo las túnicas en el pueblo a las afueras de la capital─ tartamudea Caulifla confundida tras levantar la mirada y ver quien le hablaba.