Goku & Caulifla - Corazón Saiyajin.

164: Dulce entrenamiento.

Goku la besaba y Caulifla lo tomaba de la espalda palpando de arriba a abajo con sus manos.
El saiyajin le susurraba, podía sentir los latidos de la chica.

─No soy tan bueno en esto... Pero dicen que es amor y aunque desconozco todo sobre esto, quiero descubrirlo contigo, quiero hacer las cosas bien contigo.

La saiyajin suspiraba y cerraba sus ojos con fuerza, habiendo olvidado su enojo le respondía de forma burlona.

—Y yo también pero no quiero interrupciones de dioses molestos, está vez.

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Trascurrió un día entero tras una noche muy apasionada.

Goku y Caulifla se encontraban en las afueras del castillo, realizando algunos ejercicios de estiramiento antes de iniciar con el verdadero entrenamiento.

─Whis si que fue generoso con el desayuno, no pensé que le preocupara tanto nuestra alimentación, de hecho es la primera vez que nos trata así, porque cuando entrene aquí con Vegeta jamás hizo algo parecido─ murmuraba Goku, pensativo mientras estiraba su cuerpo hacia los lados a la par de Caulifla. 

─De verdad no se que le sucede pero esa risita que tuvo todo el tiempo no me ha gustado para nada─ Caulifla se detenía y se cruzaba de brazos dejando ver lo incómoda que se sentía con la actitud del ángel.

─Jeje no se porque lo haría pero eso no es malo, vamos ven ─Sigamos entrenando─ le decía Goku mientras le tomaba la mano, la acercaba a el y sonreía como nunca.

Cambiando su semblante al instante la chica sonríe de igual forma y se acerca a el.

─Sigamos entrenando ya lo haz dicho, me encargare de demostrarte que aunque seas superior a mi de momento, pronto terminare de cerrar esa brecha.

─¡Así me gusta! ─¡Verte decidida!─ exclama Goku dando un pequeño salto en el aire antes de continuar estirando su cuerpo.

Caulifla lo imita, se detiene y choca los puños entre si.

─¡Bien, viejo! ─¡Ya estoy lista!─ exclama.

─De acuerdo, vamos a pelear─ le decía Goku.

─Un momento, por favor.

Era Whis quien aparecía repentinamente, aplaudiendo para llamar la atención de los dos saiyajin.

─Me alegra verlos tan decididos para entrenar juntos, pero quisiera hablar con ustedes un poco ─Es solo que mientras desayunaban considere que era inoportuno molestarlos con esto─ les decía el ángel sin dejarles hablar.

─Ya decía yo que nos tratabas de forma muy extraña, a mi no me molesta pero a ella si─ murmuraba Goku señalando con el pulgar a Caulifla.

─¡Habla ya y deja de sonreír de esa forma!─ contesta la saiyajin, sintiéndose exasperada.

Whis levanta las manos en el aire.

─Pero que mal genio, cualquiera diría que después de consumar su relación con el Señor Goku estaría de buen humor, radiante de alegría y llena de felicidad.

─Ve al grano─ suspira la saiyajin avergonzada, cubriendo su rostro con ambas manos.

─Señor Whis... ¿Acaso usted?─ susurra Goku.