111: Un planeta pacifico y un universo caótico.

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La pelea amistosa o de entrenamiento como las chicas la llamaron causo revuelo en los cielos del planeta, la saiyajin envuelta en llamas rojas causaba terror pero la saiyajin envuelta en esa aura explosiva verde era todo lo contrario, quizás era el color verde que desprendía y parecía ser hipnótico para los nativos del planeta. 

O'simlik tuvo que dar muchas explicaciones a sus semejantes durante las siguientes horas, después de aquella sesión de entrenamiento las chicas tuvieron que disculparse por los cráteres en el valle, si no fuera por el Super Saiyajin Dios de Caulifla probablemente les hubieran tirado piedras a los tres saiyajin durante todo el día hasta que se marchasen.

El pobre O'simlik se lamentaría ante su mala suerte, ahora era una celebridad y no por nada bueno, había traído a esos seres tan extraños. 

Al menos Kale comenzó a ganar puntos por su amabilidad y ese color verde que irradiaba cuando demostraba su variante del Super Saiyajin.

Un ángel tan verde como las plantas y un demonio tan ardiente como las llamas.
Savah daba gracias por pasar desapercibido en medio de todo ese alboroto.

Pasaron las horas hasta llegar la noche y solo entonces O'simlik cayo en cuenta que se le había olvidado conseguir vegetales y plantas que sirvieran para que los tres saiyajin comieran.

Caulifla suspiro, en la mañana buscarían una cueva.
Tras recordar algo de los "cultivos" de O'simlik, Savah le pidió que trajera granos de aquellas plantas, tras hacer unas pruebas imaginó que quizás sería útil para elaborar pan.

Habría que improvisar un horno.
Afortunadamente el anciano podía improvisar.
Mientras lo hacían Kale y Caulifla, yacían en el suelo acostadas con los brazos por detrás de la cabeza. 

─Juro que si salimos bien de todo esto no me vengare de Kyabe ni de Frost, solo me vengaré del estúpido de Fuwa, estamos perdidas en la nada─ murmura Caulifla entre dientes.

─Hermana... No tienes que exagerar...─ murmura Kale.

─Al menos el anciano sirve para algo...─ murmura Caulifla.

─¿Ves? Fue buena idea traerle─ sonríe Kale.

─¿Acaso insinúas qué no soy buena improvisando? ─¡Bah! ¡Los nativos de aquí son fastidiosos! ─Piensan que vivimos de fuego, creamos fuego ─¡Fuego esto! ¡Fuego aquello! ─Al menos el verde de tu transformación única parece agradarles mas, me arrepiento de haberles enseñado mi poder...

─Quizás es porque yo no les gruño ni les enseño los dientes─ ríe Kale.

Caulifla ríe a la par ─¡Pero que hipócrita eres Kale! ─¿Pasaste mucho tiempo con Kyabe en la celda? Jajaja.

─¡¿Recuerdas cuando gruñías y reías como una lunática?! ─Si que te veías intimidante...

─No niegues que a ti te gusta que me vea intimidante─ responde Kale con un guiño.

─¿Por qué no? Me gusta que te veas fuerte e intimidante ─Pero últimamente me acostumbre a que te veas bella y radiante ─Me gusta que hayas dominado ese poder hermanita...─ le dice sonriendo mientras acaricia el mechón de cabello de su hermana.

─Supongo que luego de estar con Son Goku me he vuelto algo suave ─Ese viejo es contagioso, es tan irritante pero para que veas, me cae mucho mejor ahora─ murmura Caulifla.

Goku & Caulifla - Corazón Saiyajin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora