Goku & Caulifla - Corazón Saiyajin.

120: Contra todo pronostico.

Caulifla observa la nave alejarse rápidamente, Kale no había tenido problemas en encenderla y manipular el tablero de control a pesar de que hasta donde ella sabía, la tímida saiyajin no tenía mucha experiencia, pero no era difícil ni nada de otro mundo, especialmente al haberla acompañado en tantos robos...

Rogaba que no se equivocara con el piloto automático, terminando en Sadala o en cualquier planeta raro, que fuera directo con Fuwa para que la curara y ayudara...

De seguro la ubicación del Planeta Supremo estaba en el ordenador de la nave, era lo bueno de que Kyabe recorriera infinidad de mundos y se viera involucrado con los dioses cada vez más y más.

—Todo estará bien— se dice Caulifla a ella misma mientras sonríe tímidamente, rogando que Kale sepa llegar al Planeta Supremo y que Kyabe o sus hombres no le den caza.

─Es cierto, pero no para ti─ clama una voz por encima de ella, es Kyabe quien luce malherido pero firme como Super Saiyajin mientras que ella se encuentra en base.

─Señorita Caulifla─ exclama Savah mientras que uno de los guardias de Kyabe arroja al anciano junto a la chica.

El anciano cae adolorido junto a ella.

─Lo siento, traté de razonar con el...

─No puedo creer que alguien tan leal y centrado como el Consejero Savah me traicionara, yo pensé que le habían secuestrado, pensé que hasta lo habían asesinado y me preocupaba, pero no es así y que decepción me llevo al saber...

─Que el anciano las cuida a ustedes ─¡Y se preocupa por ustedes!─ exclama Kyabe indignado.

─¡Es un traidor y su cómplice!─ grita señalando a ambos.

─¡¿Qué hacemos con los traidores?!─ pregunta dándose la vuelta, mirando a sus soldados.

─¡Hay que darle el máximo castigo majestad!─ responde uno de sus guardias reales.

─¡La muerte es el castigo para quienes traicionan la justicia por unas pocas monedas!─ añade Kyabe.

─Usted, no sé que le han hecho... Pero usted dejó de ser aquel rey que escuchaba a los demás y se preocupaba por el bien, ahora está obsesionado con la venganza─ murmura el anciano.

Caulifla corre a ayudar al anciano.

─Oye... ¿Te hicieron algo? Debes ocultarte y dejarme esto a mi...─ murmura Caulifla mientras ayuda a levantarse al anciano sin dejar de mirar a Kyabe y sus hombres.

─Puede correr y ocultarse, tarde o temprano lo encontraré, no puedo creer que mi consejero fuese cómplice de ustedes y para responder sus preguntas anciano ─Me canse de ser aquel idiota del que todos se burlaban a sus espaldas por ser amable con todos...

─¡Soy un rey y actúo como tal! ─¡¡Ya basta que hasta el Señor Vegeta que considere un maestro viniera a burlarse de mi!!

─Joven Caulifla... Tengo que dejar esto en sus manos─ susurra el anciano.

Caulifla murmura sin dejar de mirar a Kyabe.

─Vete y no pierdas el tiempo...

El anciano asiente y hace un esfuerzo por volar, tratando de alejarse rápidamente.

─Cambie de parecer, viendo lo mucho que parece importarle el pobre Savah... ─Vayan por el, esto le dará un giro muy interesante a todo─ le ordena Kyabe a dos de sus hombres.