155: Encrucijada.

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Pasaron los minutos.

Después de haber utilizado el ki de Vegeta como punto de llegada de la Tierra el saiyajin de pelo alborotado procedió a saludar y despedirse del desconcertado príncipe sin más.

Ya en la Montaña Paoz, Goten tras superar la sorpresa inicial al recibir a su padre en las afueras de la casa, se acercaría a el, tirando de su gi, el semblante del saiyajin no ayudaba, aquella expresión triste y su tono de voz apagado contrastaba con la actitud usual que el pequeño solía observar en su padre.

─¿Estás enfermo?─ le pregunta el pequeño con inocencia.

─Hola Goten─ con esfuerzo, el saiyajin le sonríe a su hijo ─Jeje, pues no, no estoy enfermo...

Goku pone una mano en su cabello y lo revuelve.

─¿Cómo han estado tú y tú madre?

El pequeño parpadea varias veces.

─Bien, pero ella esta molesta porque no pasas tiempo con nosotros ─Pero a mi no me importa, siempre me pone un montón de libros y cuadernos, eso me aburre mucho... Pero al menos puedo hablar con Trunks por teléfono.

─Al menos tú entrenas, jaja ─Deberías llevarme contigo.

Goku sonríe.

─Jeje, me encantaría mucho llevarte hijo... Pero debes hacerle caso a tu madre...

Suspira resignado.

─Imagino que estará enfadada y querrá dejarme sin comer...

─No se─ musita el pequeño mirando hacia el interior de la casa, el chico hace una pausa y mira a su padre de reojo.

─No es justo, el Señor Vegeta últimamente esta entrenando a Trunks...

─¿Y te da coraje que Trunks se vuelva fuerte y tú no? ─Jeje ese es mi hijo─ Goku lo carga encima de su hombro.

─¡Pues mañana nos escaparemos un poco de casa y entrenaremos un rato! ─¿Qué dices hijo? 

A Goten le brillan los ojos.

─¿Me lo prometes?

Goku asiente ─Pues claro... ¡¿Quieres ser mas fuerte, verdad?! ¡Pues adelante!

El saiyajin levanta su brazo derecho con puño en lo alto y Goten lo imita.

─¡Si! ─¡Voy a esforzarme papá!

Súbitamente la puerta de la casa se abre, se trataba de Milk quien se cruza de brazos mostrándose molesta.

─Son Goku... Al fin te dignas a aparecer...

─¡H-hola!─ Goku saludaba con nervios, de forma torpe y poco convincente al no poder verla directo al rostro, pese a desconocer muchas cosas, sabía con claridad que lo ocurrido con Caulifla representaba algo incorrecto.

Pero era lo que sentía.

─Goten, entra que tienes que estudiar─ sentenciaba la mujer con firmeza, sin admitir alguna clase de pero.

El pequeño se baja del hombro de su padre y permanece cabizbajo.

─Esta bien, mamá...

Goten entra a la casa y Milk cierra la puerta quedándose junto a Goku afuera.

─Oye... Milk yo... ¿Cómo estás?─ pregunta Goku nervioso.

Goku & Caulifla - Corazón Saiyajin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora