Tras su pelea con el saiyajin del séptimo universo muchas cosas cambiaran en la vida de Caulifla y Kale, esos cambios puestos en marcha tras lo acontecido durante el Torneo de la Fuerza cambiaran la vida de todos en el Planeta Sadala y eventualmente...
Caulifla seguía esforzándose por resistir los golpes que le propinaba Frost. Con saña el demonio del frío pasa su lengua por la mejilla de la chica, ella asqueada intenta contraatacar pero carecía de la fuerza para romper con la parálisis ejercida por el villano.
─¡Parece que los papeles han cambiado! ─¡Freezer mírate, todo patético, siendo golpeado por una saiyajin!─ le gritaba Frost a su homologo viendo como se levantaba de entre las rocas molesto pero extrañamente calmado, todo eso mientras volvía golpear a la saiyajin frente a el de forma mecánica, casi como si se tratara de un saco de boxeo.
Súbitamente el demonio del frío se percata que alguien osaba atacarlo, no podía creer que alguien fuese a intervenir cuando las reglas del encuentro eran muy claras, aún estupefacto. La velocidad demostrada por Kale fue superior y lo siguiente que pudo sentir Frost fue la severa patada de la saiyajin en su rostro.
Frost salio disparado, golpeando y rebotando por la superficie hasta estrellarse en la lejanía. Caulifla, débil y en un estado lamentable, solo caía de rodillas.
─¿Estás bien? ─Hermana─ ríe Kale alegremente volviendo a su forma base, sabiendo que con aquel golpe el demonio del frío no aparecería por los siguientes movimientos.
Caulifla no reaccionaria al instante, Kale se había atrevido a intervenir para ayudarla.
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─¡Kale! ¡Es mi pelea, estoy bien!─ exclamaba finalmente Caulifla en respuesta, tratando de aparentar que no había pasado nada, pero la sangre y el dolor producido por cada golpe la hacen dar un pequeño quejido.
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—¡Te enseñe que no debes meterte en las peleas de otros!— Caulifla se detiene y toma un respiro —Pero gracias a ti estoy bien, no puedo negarlo, muy buen golpe...
—Como me gustaría acabar con el— decía Kale con una sonrisa.
—¿Juntas cómo siempre?— pregunta Caulifla.
─Levántate, tienes que terminar esta pelea─ le dice Kale ofreciéndole su mano.
Caulifla estira la mano, pero Kale se detiene y la retrae notando que esta envuelta en un resplandor blanco muy brillante.
