Goku & Caulifla - Corazón Saiyajin.

117: La verdad por delante.

Había pasado un día desde la partida del asesino.
Kale se recuperaba y Caulifla cuidaba de ella, aún no cruzaban palabra alguna sobre todo lo que las había separado de momento, todo había girado en torno a la repentina aparición de Hit en el planeta.

Savah se encontraba muy preocupado y se le había escapado de su boca la mención de que Kyabe siguiendo ordenes de los altos mandos de Sadala tras la destrucción de la capital había contactado con el asesino. 

Tras la ira de Caulifla con el anciano y el esfuerzo de Kale por calmarla el anciano solo pudo pensar que muy probablemente Kyabe le había encargado al sicario el asesinato de ambas chicas, algo que le decepcionaba puesto que en el pasado, el joven rey aún siendo soldado aun se opuso de forma contundente, pero ordenes eran ordenes.

Ahora, tras todo el revuelo y después que el dolor de cabeza que sentía que la iba a consumir desapareciera; Kale finalmente se ponía de pie.

─Savah... ¿Puedes dejarme a solas con mi hermana?─ pregunta la chica con sutileza, pero con la clara intención de finalizar aquella conversación.

─Como guste, iré a visitar a Simlik─ murmura el anciano con una sonrisa de ver que las chicas resuelvan sus diferencias de forma amena.

Viéndolo salir de la cueva, Caulifla pregunta.

─¿Por qué le dices que se vaya?

─Porque... Debemos hablar...

Mientras Kale se resentía del golpe en la nuca tomándose de esta.

─Auch, ese golpe... M-me duele aún ─Todavía recuerdo lo que me dijiste antes de que Hit me golpeará, no puedo creer como seguimos vivas ─Que suerte hermana...

Caulifla mira hacia los lados y comienza a silbar.
Espera unos instantes, aclara su garganta y responde.

─Fue suerte pero te juro que la próxima vez lo derrotaré, me voy a fortalecer y tu también lo harás, b-bueno, apuesto a que le hubieses dado pelea pero te tomó por sorpresa y te noqueó─ ríe nerviosa.

Kale suspira.

─Sabes que eso, es de lo menos ─De lo que quería hablar ─Te comportas como una niña inmadura hermana...

─Bueno, entonces sé directa; adelante dispara─ le dice Caulifla mientras resopla, resignada a tener que responder y aclarar las dudas de Kale.

Kale lo piensa y le dice mirándola a los ojos ─Siempre fuiste directa ─Si no lo eres ahora es porque es algo que te niegas a admitir o aceptar algo que no quieres que nadie sepa, pero que a la vez te daña por dentro...

─¿Tú crees? ─¿Qué ese algo que desconozco y me hace actuar así me hace daño?─ decía Caulifla de forma enigmática.

─Puede ser... Eso te confunde y te trae recuerdos... De aquellos buenos momentos ¿No crees?─Ya no estamos en ese lugar y es natural que te sientas mal pero confesarlo te hará mejor, créeme.

─A mi me ha hecho bien llorar y confesarle a alguien de confianza el dolor que me causó la perdida de nuestros camaradas y hoy en día me siento algo mejor... Caulifla...

─Ya Kale, te escuchas mas serena y mas madura que yo, hasta me da pena actuar como una pobre niña frente a ti ¿Si te lo digo te sentirás mejor?

Kale sonríe ─¿Y tú?  ─¿Te sentirás mejor?

─Esta bien; me gusta pelear con el viejo se siente muy diferente, también me gusta estar contigo y cuando entrenamos nos fortalecemos juntas pero es que con el hay algo mas, con el aprendo cosas ─¿Me entiendes? ─¿No te molestas?─ dice una Caulifla cabizbaja.